Hasta 5 kilos en promedio es lo que suben de peso muchas personas que aprovechan en exceso los alimentos que son propios de la época navideña.

El problema será mayor para quienes padecen diabetes e hipertensión, señala Fernando Rubio Martínez,  coordinador del servicio de Nutrición en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Los ponches, atoles, tamales, buñuelos, pozole, birria, barbacoa, moles, pambazos, huaraches, postres, pan, tortillas y todo tipo de bebidas alcohólicas, entre otros son más requeridos en este tiempo.

«Se puede comer de todo, pero en pequeñas cantidades y solo una vez por semana». Recomendó así comer  tamales  pero uno o dos. También  pozole  pero sólo un plato chico con una tostada.

Platillos como el bacalao, romeritos, lomo, pavo, camarones u otros, se pueden consumir en cantidades moderadas: medio plato de tamaño mediano, con no más de tres rodajas de pan o dos tortillas.

Respecto a postres como buñuelos, pasteles, galletas, flanes, budines o la típica ensalada de manzana,  solo una  pequeña ración. “Es muy importante limitar la frecuencia con que se comen estos alimentos, a una vez por semana. Y por tratarse de las fiestas tradicionales: el 24, 25 y 31 de diciembre, así como el primero de enero, no más», subrayó.

Para prevenir el aumento de peso,  sugirió  desayunar  antes de las nueve  de la mañana, comer  antes de las cuatro de la tarde y cenar antes de las nueve de la noche.

Se debe eliminar los refrescos y las bebidas azucaradas, limitar el alcohol a no más de 125 mililitros al día, no agregar azúcar al café, té, ponche  o atole, y tomar por lo menos dos litros de agua simple a lo largo del día porque eso facilita la digestión y la eliminación de grasas.

«Si consume alcohol -aunque no es recomendable-, no lo combine con bebidas endulzadas y no exceda de una copa o porción».

Se debe llevar una alimentación saludable y controlada  que incluya cinco raciones de frutas y verduras al día, cereales, leguminosas y en menor proporción, alimentos de origen animal.

El especialista anota  que sin excepción -y con mayor razón las personas con vida sedentaria- se necesita realizar 30 minutos de ejercicio diario.