Editoriales
LENGUAS VIPERINAS
Las perlas de la virgen, hechas petróleo.
Por Cristóbal Montoya Avendaño.
El evento, sin duda alguna, más emotivo y controversial esta temporada en el fastuoso poder Legislativo de la Nación es el festín de negociaciones que se dará por la mentada reforma energética.
En un verdadero buffet de propuestas; de todos los colores; con todas las intensiones y para todos los intereses; se desgarrarán las vestiduras nuestros distinguidísimos legisladores, esto en un afán de ver cuál es más patriota y así demostrarle a sus representados su gran amor por los hidrocarburos. Todos tendrán infinidad de argumentos, por lo que se espera un debate más nutrido que los famoso talk shows de la señorita Laura.
Uno de los motivos más fuertes que han desencadenado la fiebre de la reforma es la crisis en la que se dice esta Petróleos Mexicanos. Y es que la paraestatal anunció para el segundo trimestre del año, pérdidas netas de 4 mil 400 millones de pesos. Esta multimillonaria cifra se suma a la inmensa cantidad de pasivos que arrastra PEMEX desde hace más de dos décadas y que sigue generándole intereses, haciéndola por ello, aparentemente, insostenible.
Sin embargo, como sí el horno estuviera para bollos, se dio una amañada y ventajosa renovación de contratos laborales, firmando un acuerdo que otorga a los sindicalistas mega prestaciones.
Las perlas de la virgen pidieron para los sindicalizados, pues tendrán entre sus lujosas prestaciones 105 días de maternidad; lentes gratis; atención médica para toda la familia; más de 50 días de vacaciones; un 186% de prima vacacional; 60 días de aguinaldo; 100 mil pesos para reparar o adecuar su casa; entre otras prerrogativas.
Esto ha ocasionado que sean tan socorridos los gasolinazos mensuales, imagínense, ¿cómo podríamos mantener las gorronerías de todos estos parásitos?
Dentro de los absurdos que pidió el sindicato petrolero fue la libertad de formar equipos deportivos, como de ajedrez, ciclismo o boliche pasando por ping-pong, en fin, en total se reconocen 26 deportes. Lo malo no radica en el derecho que tengan para su esparcimiento y ejercicio, sino que sus entretenciones serán con cargo al erario. La paraestatal proporcionará sin costo todos los uniformes y el equipo necesario para dichas actividades; Por ejemplo, a los que quieran hacer su equipo de futbol, los guantes del portero y la red de las porterías serán una prestación obligatoria pagada con nuestros impuestos.
Con esto vemos que no todo lo que brilla es oro, ni todo lo que apesta es político, la industria petrolera en México es una verdadera gallina de los huevos de oro, a la que exprimen y exprimen y pese a los excedentes que se anuncian y al incremento de su productividad, cada vez su carga burocrática es más pesada e ineficiente. Ahora el pasivo laboral que soportara será de 1 billón 327,000 millones de pesos, el monto más alto registrado en la historia de Pemex, estableciéndose que “los trabajadores que acrediten 25 años de servicios y 55 años de edad, tendrán derecho a una pensión pagadera cada 14 días, que se calculará tomando como base el 80% del promedio de salarios ordinarios (…)”. Sinvergüenzas…
Los pasivos laborales con que se ha comprometido el futuro económico de Pemex ha crecido 205 por ciento en una década, a una tasa anual promedio de 20%, siendo el 2012 cuando más creció en comparación con el 2011, cuando el monto por beneficios a empleados incrementó de 731,016 millones de pesos a 1 billón 288 millones de pesos.
Como dato “cultural” es de resaltar que los principales beneficiados serán los familiares de Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero, pues firmaron sus contratos con Pemex garantizándoles el trabajo en la paraestatal hasta el año 2999.
Los 11 rapiñadores más connotados de la lista que se favorecerán de las mieles petroleras son María Esther Romero Deschamps, su hermana; Guadalupe Lidia Durán Lima, cuñada; Álvaro Durán Lima, cuñado; Armida Deschamps Durán, su sobrina; Víctor Hugo Deschamps Lugo, sobrino; Álvaro Durán López, sobrino; Víctor Deschamps Durán, sobrino; Ricardo Deschamps Morán, sobrino; Roberto González Romero, su primo; Nora Estela Deschamps Contreras, prima; Silvia Deschamps Contreras, su prima.
En mi muy particular punto de vista, PEMEX, más allá de una reforma integral y profunda, necesita una desparasitada. No se puede pensar en una transformación de su sistema productivo y en la explotación de sus mieles, si no se contempla, antes que nada, una depuración de la inmensa corrupción que mantiene.
Cualquier reforma, de cualquier índole, privatizando PEMEX o dejándolo con un lindo adorno nacional, sería tan inútil como ponerle una bolsita a una manzana podrida, aunque ya no apestara, seguiría podrida.