Estando a punto de que concluya la vigencia del título de concesión del agua otorgado a CAASA en el Municipio de Aguascalientes, Mateo Alfredo Castillo Ceja, quien representa el Punto Focal de Carta de la Tierra en México, sugirió explorar un nuevo esquema para la prestación del servicio en el que sean las organizaciones de la sociedad civil las que se encarguen de la administración del recurso.

“Yo no recomendaría una privatización”, puntualizó en la plática que sostuvo con este medio. “¿Qué hacemos? Las organizaciones civiles redistribuimos la riqueza, no la concentramos”, subrayó.

“¿Por qué mejor no buscamos un mecanismo de participación ciudadana que se encargue de la administración del agua?”, indicó luego de haber presidido la firma de aval de la Carta de la Tierra con el Poder Legislativo.

Señaló que es la propia sociedad la más enterada cuando hace falta o no el agua y también de su calidad.

Mientras la autoridad municipal se desgasta en buscar al próximo prestador del servicio, Mateo Alfredo Castillo sugirió adoptar ese modelo que aún no se ha aplicado en el país, aunque reconoce que tiene como barreras los intereses de los economicistas y la falta aún de instrumentos jurídicos que medien su participación.

Al mismo tiempo, llamó a dejar de ver al agua como un negocio productivo. “Hay que entender que el agua es vida y no podemos negociar con la vida. Hay un marco ético para esto”.

Sobre cómo operaría la sociedad civil la distribución del agua,  dijo que sería valiéndose de la correcta administración de los impuestos para construir y conservar la infraestructura que se requiere para la disponibilidad  y el tratamiento, pero también señala que es posible bajar recursos internacionales con las donaciones que hacen fundaciones que están a favor del agua.

Comentó que ante la cada vez menos disponibilidad del líquido, el panorama no es tan obscuro, “porque si logramos la transformación de las sociedades a favor del cuidado y la protección de la fuente que nos brinda el agua, entonces podemos resolver el problema, y al menos esos 6 millones de seres humanos que están muriendo de sed, van a dejar de morir… al menos por ese motivo”.