DEJÓ DE SER DISCRECIONAL LA COMPRA DE AUTOS Y BIENES DE QUIENES VIVEN DE LA POLÍTICA

A los políticos ya no les es tan sencillo comprar una propiedad o automóvil, al menos si está a su nombre.

Agencias automotrices y notarías públicas reportan directamente a la Unidad de Inteligencia Financiera cualquier movimiento patrimonial.

En agencias de ventas de automóviles nuevos se indicó que una pregunta obligada, antes de concretar la compra es si se desempeña como funcionario público con algún importante nivel, o bien pertenece a la dirección de algún partido político.

Se les considera como personas políticamente expuestas y el propósito es de evitar prácticas de lavado de dinero y cualquier acto de corrupción.

Con ello también, identificar si existe enriquecimiento inexplicable de quien opera desde el poder o la política.

Todos los funcionarios federales están bajo la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera. También representantes del Instituto Nacional Electoral y candidatos a puestos de elección.

En los partidos políticos, aparte del dirigente, se requiere el reporte de cualquier compra que haga el secretario de finanzas, a fin de evitar desvíos de esa área vital.