SE HA VUELTO INVIABLE EL SISTEMA EDUCATIVO

El financiamiento de las universidades públicas debe estar sujeto al éxito laboral de sus egresados: José Manuel Casillas

Es impostergable un cambio en la estructura general del sistema educativo de México, dadas las desventajas que enfrentan ante la alta competitividad internacional, los nuevos profesionistas.
Así lo consideró el subdirector de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariado de la Universidad Panamericana, Campus Bonaterra, José Manuel Casillas Mejía, al reconocer un alto rezago en la formación de los estudiantes desde su preparación básica.
Las empresas como las universidades, mencionó, son en este momento un eslabón de ese vacío que se gesta desde la primaria y posterga hasta la instrucción profesional, donde son varios casos de estudiantes que llegan con varias deficiencias ente ellas, el desconocimiento de una ortografía correcta al escribir.
El nivel educativo, dijo, está pasando por varios déficits que inicia dese la educación y que los empresarios tendrán que afrontar con naturalidad, a través de la capacitación y la promoción de programas para el desarrollo individual. “Es el empresario el que ha tenido que tomar esta conciencia y esta batuta de reformar y reeducar a sus empleados”, agregó.
José Manuel Casillas sostuvo que egresados mal preparados se encuentran ante un tabulador de bajos salarios. “Un ser humano con bajo desarrollo en habilidades y conocimientos, probablemente esté destinado a hacer actividades de bajo valor agregado. Y en ese orden, nadie puede cobrar más de lo que genera, es un principio económico simple del mercado laboral. Mientras no tengamos un sistema educativo que fomente una base laboral con suficientes habilidades y conocimientos, preparados para la generación de alto valor agregado en diferentes procesos productivos, será difícil pensar que podamos los empresarios ofrecer sueldos en otro orden”.
Mencionó que el Estado se encuentra imposibilitado de satisfacer toda la demanda educativa. “Me parece que se ha dejado y se ha abandonado en empresarios con una visión cortoplacista y altamente económica el quehacer educativo”.
Lamentó que en el actual esquema educativo destace la cultura clientelar, esto es, recurrir a las instituciones educativas más cómodas para los estudiantes y los padres de familia. “Tanto alumnos como padres de familia se han acostumbrado como clientes, a exigir en la escuela un mínimo de compromiso. Evidentemente la escuela que más comodidades aparentemente ofrece, genera más clientes y por lo tanto más dinero”.
Son instituciones dijo, que se rigen más por ley de mercado, restando cierta presencia a aquellas que no tienen fines de lucro y las que están más comprometidas con la calidad de la enseñanza.
Consideró también que la insuficiencia presupuestal de las universidades públicas tiene que ver más con una adecuada aplicación de los recursos. “Hace falta que dentro de las estructuras públicas existan esquemas de competitividad presupuestal. Sería ideal que una institución universitaria pudiera recibir su presupuesto en función de la empeabilidad de sus egresados. Un modelo de que en función sobre en cuánto tiempo tardaron en encontrar empleo y con qué sueldo pudieras tasar y conforme a ello, medir el presupuesto que te toca”.
Finalmente, el catedrático de la Universidad Panamericana consideró que se debe entender que la internacionalización de las instituciones educativas deberá estar fundada en la competitividad global que alcancen sus egresados. En ese sentido, puntualizó que las áreas no sólo de idiomas, sino de especialización en términos de estudios globales y multiculturales, serán muy relevantes.