Editoriales

MEMORIAS DE LA CIUDAD

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Por Matilde Arteaga
VENTURA

En entrevista con LA CONTRAPORTADA, el profesor Felipe Ventura Rodríguez expresó su enorme satisfacción por haber contribuido a la fundación del Tecnológico de Aguscalientes y varios CBTIS en el Estado de Aguascalientes y de Zacatecas, específicamente en los municipios de Loreto y Jalpa.
Arrellanado en un cómodo sillón de la sala de su casa, el profesor enciende un aromático cigarrillo y comienza a rememorar sus anédcotas para las “Memorias de la Ciudad”.
Mientras las volutas de humo se pierden formando figuras caprichosas en el aire, nuestro entrevistado se remonta al siglo pasado, cuando encabezando a un grupo de maestros progresistas, solicitó un terreno en donación para la edificación de la Secundaria 70 y lo consiguió.
Sin embargo, al poco tiempo de haber colocado la primera piedra recibió la llamada del entonces gobernador profesor Enrique Olivares Santana, quien le pedía que el terreno fuera donado, a su vez, para edificar el Tecnológico de Aguascalientes, algo que finalmente se hizo porque el profesor Ventura accedió a realizar este cambio y con ello, se cubrió la edificación de una de las instituciones de mayor prestigio y arraigo educativo en Aguascalientes y la región, algo que se logró en virtud a que el profesor Olivares Santana había recibido la oferta de la Federación, dado que en Oaxaca (por desconocidas razones), rechazaron la construcción de un tecnológico y entonces, se lo ofrecieron a Aguascalientes.
La construcción del ITA fue posible, gracias a que ya se contaba con un terreno para una institución educativa, pero entonces, se quedaron sin el espacio para la Secundaria 70 y se volvió a solicitar un terreno, mismo que fue otorgado, pero por segunda ocasión hubo de cederse, esta vez para la construcción del CBTIS 39 que ahora está en el Fraccionamiento del Valle.
Con amplia sonrisa, el profesor Ventura refiere que a la tercera seria la vencida y se volvió a pedir un terreno, donde finalmente se hizo la Secundaria 70 que aportó tantas generaciones de alumnos abocados a la tecnologías y que conformaba la pirámide educativa tecnológica junto con el naciente Tecnológico y los CBTIS, de los cuales fue director el entrevistado y posteriormente, coordinador a nivel estatal y regional, tocándole por ello la edificación y construcción de los CBTIS de Aguascalientes y de Zacatecas, ya mencionados.
Finalmente, junto al Tecnológico solamente quedó la primera piedra de la Secundaria, pero sólo eso porque se dio paso a un proyecto mucho más ambicioso para el desarrollo de Aguascalientes, mismo que fue ampliamente apoyado por un grupo de empresarios aguascalentenses, quienes en menos de 24 horas ya habían efectuado y rebasado los donativos precisados para la monumental obra.
“Se hizo el Tecnológico, pero nosotros seguimos insistiendo en nuestra necesidad y ya estando el gobernador Francisco Guel Jiménez y como alcalde Carlos Macías Arellano, nos donaron el terreno… El profesor Humberto Ramírez era el presidente de la asociación de padres de familia. Se realizó el evento con la presencia de don Víctor Bravo Ahuja, -secretario de Educación en ese tiempo–, pero llegando al Hotel Francia, donde se hospedaba el licenciado Mayagoitia, me llevaron con él y me dijeron que si no tenía inconveniente en hacer dos escuelas. Pedí que me dejaran separar carreras y entonces se hizo la Secundaria Técnica Número 5 y seguimos con la misma necesidad nosotros. Ya para entonces el ingeniero Hernández Ozuna pasó a ser director del Tecnológico y yo quedé como director de la secundaria 70. Para el estado era más conveniente tener dos escuelas técnicas que una”.
“En ese tiempo supimos que se acababa de autorizar el Fraccionamiento del Valle y pedimos se destinara una parte para construir el nuevo edificio de la Secundaria 70, hicimos trámites y en ese año tuvimos la primera generación de la 70 y cuando vino el ingeniero Uscanga Uscanga destinaron ese edificio para el CBTIS, me nombraron director del CBTIS 39 y de ese modo me convertí en director-fundador y se completó la pirámide educativa tecnológica en el estado y formó parte de la reforma educativa más fuerte que hizo don Víctor Bravo Ahuja”, añadió.
Mientras enciende un nuevo cigarrillo y lanza su mirada al infinito del recuerdo, don Felipe, como cariñosamente le llamámos también, nos comenta que como director a la secundaria 70 permaneció diez años: “Ahí hicimos unas reformas educativas, ahí nos adelantamos mucho al tiempo”.
Advirtió, a tono con el tiempo de “reformas” que el gobierno federalquiere imponer a los maestros, que la reforma educativa es permanente, no por decreto. “Semestre por semestre se forma a los maestros”.
Del baúl de los recuerdos, extrajo más vivencias para la historia educativa de Aguascalientes y del país y nos comentó que el CEBTIS 39 surgió la primera Miss Aguascalientes y justo cuando él dirigió esta escuela, “ fuímos los primeros en auxiliar a la Dirección de Turismo del Estado para sacar la primera representante de la belleza de nuestro estado”.
Añadió con una amplia sonrisa: “Y pues creo que recibimos muchas satisfacciones, nos cansamos, teníamos que cansarnos algún día, porque no hubo vacaciones jamás, ni sábados ni días domingos. Nuestros paseos de la familia eran ir a visitar los CBTIS en construcción, el CBTIS 195 y el otro que está allá por el Hogar de la Niña, varios CBTIS que nos tocó ver su nacimiento desde la Coordinación Estatal de dichos centros de estudios”.
Agregó “Inclusive iba a vigilar la construcción de los de Loreto y el de Jalpa, Zacatecas, allá me correspondía, en calidad de coordinador de esta zona. Y me preguntaba el presidente municipal: ‘Oiga, profesor, me darán chanza de meter algún trabajador y le dije, ‘ponga como condición eso para el donativo de los terrenos. Pongan como condición que los hijos de los ejidatarios que van a donar los terrenos tengan un lugar en donde estudiar’ y así lo hizo. Sus hijos estudiaron ahí”.
Mientras las figuras caprichosas del último cigarrillo que se fumó durante la entrevista hacen giros azulados con la luz matutina, nos despedimos del profesor Ventura, quien caballerosamente nos acompaña hasta la puerta de su casa, a donde se le suma su esposa, la profesora Coco Ramírez, -compañera fiel y hermosa- de quien también nos despedimos con cariño y agradecimiento por habernos abierto amablemente las puertas de su hogar para hacer otro capítulo más de las “Memorias de la Ciudad”.

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