Aguascalientes

ESCONDE EL GOBIERNO LA POBREZA DE VARIAS FAMILIAS EN AGUASCALIENTES

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Dejó fuera del polígono de la pobreza y de la Cruzada Sin Hambre, a un pueblo que por cierto, pertenece a la delegación donde tiene su domicilio la titular de SEDESOL

El Duraznillo es una comunidad, perteneciente a la Delegación de Calvillito en el Municipio de Aguascalientes, donde prácticamente sus 380 habitante padecen los efectos de la pobreza.
Las oportunidades laborales para los jóvenes no existen; y por tanto, la mayoría de los varones jóvenes optan por buscar el “sueño Americano” en los Estados Unidos.
El Duraznillo, es una de esas imágenes que el Gobierno no quiere mostrar, tan es así que en el maquillaje de las cifras de la pobreza, se le eliminó del mapa que identifica a las familias con mayor necesidad en Aguascalientes y hoy está pagando las consecuencias.
Al no pertenecer al Polígono de la Pobreza, su población se ve limitada en el apoyo oficial. Al mismo tiempo, el Programa Oportunidades ha dejado de asistir a varias familias de esa zona al suponerse que ya se cumplió el tiempo para superar la vulnerabilidad.
No obstante que la titular de la Secretaría de Desarrollo Social en Aguascalientes, Norma Esparza Herrera, tiene su domicilio en la misma delegación municipal, varios de los habitantes de El Duraznillo se sienten rechazados, olvidados y hasta humillados.
José Antonio Franco Romo, Coordinador General de Desarrollo Social de la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes, explicó que los alumnos están dedicados a dar atención a esa comunidad, dadas las condiciones de rezago y abandono que enfrentan los habitantes.
“Nuestra participación se ha centrado en apoyarles con educación, labores sociales y trabajo comunitario. El universitario va a entregar su tiempo y al mismo tiempo se va integrando”.
Dijo que es lamentable, la desatención gubernamental de esta comunidad, y que seguramente hay más bajo las mismas condiciones. “El Duraznillo ni siquiera está en los polígonos de la pobreza del Gobierno, y tampoco se encuentra dentro de la Cruzada contra el Hambre”, detalló.
Sostuvo de tal forma, que “es una comunidad que está muy olvidada. A veces llegan pero muy escasos los programas sociales”.
La Contra [Portada] visitó el Duraznillo, y al acercarse con una familia que sacaba el agua de la lluvia de su vivienda, luego de una noche de abundante precipitación, una joven mujer desde una de sus ventanas decía en voz alta: “aquí el gobierno no ayuda; yo soy madre soltera de dos menores y por más que le pido apoyo no nos hacen caso”.
Platicamos después con María de los Ángeles Gámez Rosales. Su vivienda es de contrastes pues hay cuartos en ruinas y dos muros en lento proceso de edificación.
“Somos una familia muy numerosa. Mi hijo se fue a Estados Unidos y en su segundo intento logró pasar, y ya tiene dos meses. Por él estamos levantando una barda. La otra es por mi hija que se va a trabajar a Jesús María desde las 6 de la mañana y llega aquí a veces hasta las 11 de la noche”.
Su cocina está a punto de caer y las que son habitaciones no tienen puerta o se gotean a tal punto que parte de la ropa se volvió inservible.
Solicitó el apoyo del Gobierno porque su cocina está a punto del colapso y como respuesta le dijeron que la tumbara y mejor se fuera a vivir con su hijo.
María de los Ángeles, a pesar de su edad, dejó de recibir el apoyo oficial, y con otras seis personas les fue retirado el respaldo del Programa federal de Oportunidades, porque suponen que luego de algunos años de recibirlo, ya dejaron la pobreza.
“Me lo retiraron porque ya se había cumplido el plazo para la pobreza. Pero hay personas que tienen lo mismo que tenía yo, que nos la dieron casi al parejo y no se las han quitado. Y a mí me la quitaron porque ya se había cumplido el plazo de los años que debemos de tener”.
El Duraznillo sólo tiene dos calles empedradas, que son usadas como pasarelas de los políticos en tiempos de campaña.
Los servicios públicos como el agua, la limpieza y el alumbrado público son limitados y a un costo difícil de pagar por los usuarios, dadas sus condiciones de pobreza.
Sólo hay acceso a la educación básica. El Director de la escuela primaria se encarga de dar clases a los grupos de cuarto, quinto y sexto grado, mientras una maestra atiende juntos a los de primero, segundo y tercero. La misma suerte está por correr la telesecundaria, donde ya se les anunció que les quitarán a uno de los tres trabajadores que dan clases.
El transporte público sólo pasa en dos ocasiones con un servicio matutino y otro nocturno, de ahí que los habitantes se tengan que organizar con los que tienen coche para ir a trabajar, estudiar, hacer la despensa o buscar la atención médica.

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