Aguascalientes

EL RETIRO DEL COMANDANTE

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Si hay que halagar a un amigo y admirarlo, en vida hermano, porque yo de muerto para  que quiero flores.  Ya no las voy a ver: José Guadalupe Esparza

A sus 75 años de edad y con medio siglo en el servicio público, José Guadalupe Esparza Villalobos, mejor conocido como el comandante Lupillo, se retira de sus labores y no tanto porque ese haya sido su deseo, sino a consecuencia la rotura de su rótula, el pasado 6 de diciembre, lo que le obliga a tomar el reposo definitivo.
“Algunas personas me quieren entregar públicamente sobres con dinero o delante de sus propios familiares y yo les digo: no, si no estoy lisiado ni pidiendo caridad. Es un accidente que me permitió utilizar bastón”.
Antes de despedirse, y estando en la Presidencia Municipal, el popular agente de tránsito dijo concluir su ciclo muy satisfecho y sólo con palabras de agradecimiento.
“Me estoy despidiendo también de mi crucero en Juan de Montoro y Cristóbal Colón. Ese es uno de los más importantes políticamente hablando: embajadores gobernadores, diputados, senadores, grandes invitados de consorcios industriales, hoteleros y financieros que han venido a hacer audiencia tanto a Palacio Municipal como a Gobierno del Estado, han pasado por ahí”.
Expresó que “todos los triunfos que tengo se los debo a mi padres, que desde pequeño me inculcaron los motivos que debe tener un servidor público: la honradez, la limpieza, una buena comunicación con todos sus semejantes, el respeto para la gente humilde, para la gente enferma, para los ancianos, para los niños, así como para los más encumbrados personajes de la política nacional y también de los visitantes internacionales”.
Esparza Villalobos mencionó que la riqueza que atesoró durante su medio siglo de labor, fue el haber conseguido y ofrecido el respeto a todos. “Esa es mi riqueza. Saludo de mano a los más altos funcionarios; saludo de sonrisa a todos, de abrazo, me tomo fotografías con quien me lo pide y esa es una riqueza moral y mental que yo conservo”.
Entre sus grandes aprecios dijo tener presente a la misma sociedad, “quiero a mis maestros que me dieron la oportunidad de estudiar y quiero a mis padres, los recuerdo en vida”.
El Comandante Lupillo recuerda a Enrique Olivares Santana como su padrino político, quien además lo vio cómo a su familiar.
Destacó que su experiencia va más allá del uniforme de policía o tránsito. Se capacitó en la Ciudad de México como patrullero, lanza cuetes, granadero y bombero. Estuvo con Enrique Olivares cuando fue Secretario de Gobernación y también al servicio de Emilio Berlie Belauzarán, cuando fue Obispo de Tijuana. “Es una cosa rara de causar cierta envidia con todos mis compañeros, porque no cualquiera ha tenido la diversidad de actividades en diferentes especialidades laborales”, explicó.
Comparó la posición de los aguascalentenses como un juego de ajedrez, donde todos forman parte del juego y todos tienen algo que ver por su estado; “la convivencia, nuestras fiestas, nuestras tradiciones, nuestros hogares forman parte del núcleo social que es Aguascalientes”.
Dijo que en su historia no existen las palabras ni el dinero suficiente para agradecer. Se muestra complacido porque su imagen está presente en el Complejo de Seguridad y Vialidad. “Yo tengo una estatua en vida, y hay una poesía que dice: hermano, en vida. Si hay que halagar a un amigo y admirarlo, en vida hermano, porque yo de muerto para que quiero flores. Ya no las voy a ver”.

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