DEJARON DE SER BARATAS LAS FINCAS

Es muy distinto referir el valor y el precio que puede tener una casa. En el valor se involucran términos como la identidad, el apego y la tradición; y en cuanto al precio depende de su arquitectura, materiales, equipamiento urbano, la eficiencia de servicios públicos, la exclusividad y la seguridad, entre otros.

Luis Manuel Hernández de Lira, presidente del Colegio de Valuadores asegura que “hemos perdido identidad porque hemos perdido espacios públicos”.  Muestra de ello es como en un pasado muchas personas se identificaban y presumían el barrio donde nacieron. Actualmente poco sucede, lo que también le denomina como una baja en la humanización.

Se considera que el desarrollo económico ha contribuido para que el sector inmobiliario vea el auge y mejoramiento en la plusvalía.

Luis Manuel Hernández destaca que hace cinco años el valor de un terreno en un fraccionamiento de interés social se compraba entre mil 300 y mil 400 pesos el metro cuadrado. Ahora no cuesta menos de mil 800.

El costo de un terreno en coto era de 2 mil 500 pesos y actualmente no se consigue en menos de 5 mil pesos. En zonas residenciales de exclusividad, inicialmente se vendían terrenos en tres mil pesos el metro cuadrado y en la época actual superan los 15 mil.

“Lo que ha generado este boom en el tema de terrenos ha sido precisamente el desarrollo económico de la ciudad, y ese es un efecto positivo y negativo: positivo porque se aprecian los bienes; negativo porque ahora hay menos capacidad de obtenerlos”.