Aguascalientes

A LA GENTE YA NO LE IMPORTAN LAS TELENOVELAS SINO LAS SERIES BREVES: SUSANA ALEXANDER

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La actriz Susana Alexander llama a las nuevas generaciones a no temer a la cultura desde su palabra, para así tener una mejor apreciación al arte y también acceder a un mejor conocimiento de cada entorno y momento que se vive.

“Los pithecanthropus erectus en vías de desarrollo, pues ellos son felices en el regue y en el perreo … una cosa espantosa… en las cavernas. Pero si usted quiere comenzar a salir de la caverna y más o menos respetarse como homo sapiens, bienvenido a todo lo que se llame cultura, porque cultura es todo, hasta lo que comemos, cultura es muchas cosas”.

Dijo no ser fanática de la música de hoy e insistió que “ser pensante es una obligación, pero cuesta dolor, trabajo, esfuerzo”.  Agregó que los espectáculos culturales van directamente al corazón, al cerebro y al pensamiento del ser humano.

También refiere que los contenidos que busca hoy la gente en los medios electrónicos evolucionan inesperadamente. Una realidad es que las telenovelas han perdido en esa competencia de una sociedad más práctica.

“Las telenovelas ya no le importan a la gente, ya la gente quiere ver series y nada más son 10 capítulos. La gente siempre todo a la brevedad”.

Susana Alexander se presentó en el Teatro Morelos con su recital poético “Aquí estoy Amor”, evento organizado por el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, para celebrar el día de San Valentín.

Por cierto, coincide con el filósofo Erich Fromm que las bases para sentirse amado radican en cuatro elementos: la confianza, el conocimiento, la responsabilidad y el respeto, aunque fue crítica con el apartado de la confianza, pues dijo que “los hombres tienen la bonita costumbre de llamarle puta luego, luego a la mujer, entonces no debe confiar mucho en ella, cuando ya la está insultando de que es una puta y ya anda con quién sabe cuántos.  Eso no es amor”.

La reconocida actriz fue a un plano más profundo al señalar que en su trayectoria ya sólo le falta morirse y no le gustaría irse sin que antes haya despedido a sus 15 perros, pues busca irse tranquila y no dejar huérfanos.

También señala que la gente no tiene memoria y por tanto, el día que ya no se encuentre en este plano, estará contenta si sus nietos, sus hijos y dos o tres amigos la recuerdan. “No voy más allá. Mi ambición no es más allá de esa”.

 

 

 

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