VENTA DE CIGARROS ILEGALES MIGRÓ DE LA TIENDITA HASTA LOS REPARTIDORES DE REFRESCOS

La venta de cigarros chinos, particularmente a granel, migró de las tienditas de la esquina a los tianguis e incluso su distribución la llegan a realizar algunos repartidores de refrescos, según han identificado las autoridades sanitarias.

Afirman que erradicar ese tipo de comercio ilegal ha sido una práctica constante pero que son los propios compradores quienes la fomentan y quienes venden los cigarros buscan la forma de surtirles.

“Es increíble cómo se mueve este comercio”, refiere el director de Regulación Sanitaria del Instituto de Servicios de Salud, Octavio Jiménez.

“Mientras que haya un mercado, mientras que haya alguien que los esté requiriendo, pues va a ser muy difícil el control, pero eso no quiere decir que bajemos la guardia y que dejemos de hacer las cosas. Seguiremos insistiendo, seguiremos apoyando al área del municipio. Estaremos coordinando nuestros esfuerzos para reducir esta situación”.

La cajetilla de cigarros de marca cuesta entre 50 y 60 pesos; los pirata se cotizan entre los 20 y 25 pesos. A quien se descubre comercializando los productos ilegales se les aplica multas que van de los más de 42 mil pesos a los cerca de 85 mil pesos.

Jiménez reconoce que la magnitud no se cuantifica por la clandestinidad del comercio. Lo cierto es que el hábito del tabaquismo entre la población no disminuye y por el contrario, las personas lo adquieren a más temprana edad, a pesar de todo lo que se ha hecho, de las restricciones y la grotesca publicidad.

Sin embargo, afirma que las campañas antitabaco no han fracasado. “Yo creo que falta complementar el compromiso de los padres de familia en este proyecto. Yo siento que todo lo que se ha hecho ha tenido un impacto porque obviamente se tiene que esforzar más”.