En la mira del Sistema de Administración Tributaria se encuentra José Carlos Lozano Rivera Río, mal logrado candidato del PRI a Diputado Federal por el segundo distrito, por evadir 13 millones 26 mil pesos de impuestos, valiéndose del régimen de ingresos asimilados a salarios.

El hijo del ex gobernador Carlos Lozano de la Torre, forma parte de una lista de más de 200 personajes de todo el país, entre los que además de políticos se encuentran empresarios, a los que ya se les mira como defraudadores fiscales y se les podrían asegurar cuentas.

La información que trascendió en medios de comunicación nacionales, estaría aportando más elementos al señalamiento de que José Carlos Rivera Río aprovechó el cargo de su padre como gobernador de Aguascalientes, para armar negocios desde y para el Gobierno.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoció la simulación fiscal que hubo entre varios personajes, entre los que se encuentra José Carlos Lozano, con el uso de contribuyentes para evitar el pago de Impuesto Sobre la Renta a través de empresas facturadoras de operaciones simuladas, así como de prestanombres que participan como socios de dichas empresas.

Esas personas usaron indebidamente el régimen de asimilados a salarios, que ofrece facilidades fiscales como la exención del pago del IVA y de prestaciones laborales.

Si bien el hijo del ex gobernador de Aguascalientes puede presumir de influencias del más alto nivel como para que le sea perdonada al menos esa evasión fiscal, se conoció que la misma información ya se compartió a quienes estarán en las oficinas recaudadoras con Andrés Manuel López Obrador, para que le den seguimiento al caso y se sancione el daño ocasionado.

Lozano Rivera Río despachó por unos meses y antes de haber sido designado el candidato a Diputado Federal por el PRI en la pasada elección, como Director General en la Subprocuraduría Especial en Investigación de Delitos Federales de la PGR, con un ingreso mensual superior a los 85 mil pesos.