Aguascalientes

UNA TENTACIÓN NEGATIVA EL VOLVER A PERSONAS DEPENDIENTES DE LA CARIDAD

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El obispo Juan Espinoza señaló en su reflexión de la homilía dominical que es triste que nuevos gobernantes sigan la tradición de los emperadores, el de dar migajas para comprar voluntades y así mantenerse en el poder.

El sentirse buenos, que la gente necesita de uno es una actitud que conduce al orgullo, a la soberbia y destruye la caridad cristiana, agregó.

“Podemos decir que las obras de misericordia pueden conducirnos a caer en la tentación de dar pan y no ayudar a que las personas lo consigan.  Es tentación cuando hacemos a los demás dependientes y no los ayudamos a salir adelante; les hacemos más mal que bien. Más aún, cuando la ayuda deja de ser adecuada y no es cristiana cuando se ofrece a los demás con la condición de que se humillen ante uno o permanezcan sometidos a nuestros intereses”.

Añadió que la caridad o filantropía encierra un aspecto negativo cuando los beneficiados se acostumbran a que se les dé, porque se vuelven incapaces de hacer algo y sólo esperan la dádiva.

Bajo el mismo señalamiento, el obispo Juan Espinoza pidió preocuparse y ocuparse todos por las personas que tienen hambre. Refirió que en el mundo hay más de 700 millones de personas viviendo en la pobreza extrema y muchas de ellas no tienen ni para una comida diaria, mientras hay quienes se banquetean y despilfarran los alimentos.

“No permitamos que la comida se quede en los refrigeradores y se eche a perder…que enseñemos a los niños a comer de todo y a cuidar la comida. Que aprendamos a compartir lo mucho o poquito que tenemos con los más necesitados”.

Hizo alusión de que si los restaurantes en el mundo compartieran la comida que les queda diariamente, nadie pasaría hambre.

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