Aguascalientes

UNA POLICÍA MUY CERCANA

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 “No deje de darse la vuelta”,   gritaron una mujer y su hija desde un puesto ambulante al tripulante de la patrulla que hace rondines por los andadores del Jardín de San Marcos.

Al parecer ya será una práctica rutinaria que los pasillos del emblemático jardín no sean sólo para paseantes y quienes acudan a realizar deporte, sino también para las unidades de seguridad pública.

Algunos de los comerciantes del lugar consideran que es necesaria más vigilancia porque se ha vuelto común la presencia de carteristas.  “En algunos momentos es muy peligroso porque hay pocas gentes y si hemos sabido que andan robándolos”, dijo un vendedor de aguas frescas establecido en uno de los accesos.

 

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