TRATAN A TRABAJADORES COMO DESECHABLES

El obispo Juan Espinoza refirió que no obstante las arduas jornadas de trabajo y la necesidad de siempre tomar un descanso, prevalece la cultura del descarte. Las personas muchas veces son consideradas engranajes de la maquinaria productiva, dijo.

“El valor de lo económico suele ser puesto por encima de los valores humanos y de las personas mismas, las cuales llegan a ser reducidas a simple fuerza de trabajo que, cuando ya no producen son simplemente desechadas”.

Mencionó además que en muchos hogares se han multiplicado los gastos y el salario no alcanza, lo que provoca que las personas vivan con estrés, preocupación, con prisa y sin saber descansar, lo que se puede agravar con la ansiedad o la depresión.

Invitó a los esposos a buscar el momento para descansar juntos en un espacio reparador, donde sean capaces de escuchar. Y subrayó que no todo debe ser trabajo.

A pesar de que las personas logran saciar muchas necesidades humanas, si no resuelve la más importante, es decir, la que otorga pleno sentido a su vida, permanecerán vacías, huecas, perdidas y sin sentido en su existencia, concluyó.