TENER SEXO ES LIBRE, PERO APLICAN OBLIGACIONES

En México está plenamente protegida la libertad de cada ciudadano de abstenerse a sostener el acto sexual o también de realizarlo.

De igual forma, está bien definido que, una vez que se inician las relaciones sexuales bajo acuerdo, lo que hay son obligaciones, entre las que se encuentran la protección a la salud personal y reproductiva, y especialmente la consecuencia del embarazo.

Durante su participación en el Foro: Derechos Humanos, en ocasión del primer Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Alejandro Madrazo Lajous, representante del Centro de Investigación y Docencias (CIDE), Región Centro, se refirió a esas creencias de que lo mejor es abstenerse de tener sexo, dado que su fin es el de la procreación y no una práctica de recreación o de satisfacción individual.

Aún y con contra cualquier restricción, se realizan actos sexuales que nada tienen que ver con la procreación, de entrada la actividad sexual en una pareja homosexual difícilmente va a llevar a ese grado.

Pero también en las parejas heterosexuales se dan prácticas que no tienen como fin la procreación, como son el sexo oral, el sexo anal, la masturbación, entre otros.

“Son actos sexuales que yo entiendo deben estar protegidos por la libertad sexual, por mi derecho a la libertad sexual”, agregó.

Es ahí donde entra la perspectiva de la igualdad en la legislación, donde se ha tenido que interpretar la protección a un derecho de decidir. Así, cada persona sabrá si tiene o no sexo, con quién y cómo, pero su libertad cambiará en cuanto inicie el acto, para acatar las obligaciones y atender las consecuencias.

Madrazo Lajous dijo además que el Estado está obligado en fomentar la no discriminación dándole la misma figura jurídica a las familias, con independencia de cuál sea su orientación sexual.

“El Estado promueve la no discriminación al utilizar la misma categoría jurídica para casar a una pareja heterosexual que a una pareja homosexual”.

Al mismo tiempo, se refirió a la importancia de que se cuente con libertad para que cada persona decida cómo se realiza, ya sea a través del matrimonio o bien en una sociedad de convivencia.