SU PARENTESCO Y SUMISIÓN LES HACEN NOTARIOS

Su desempeño como servidores públicos ha ido de lo gris a lo polémico. No ha sido el reconocimiento a sus capacidades profesional y humana lo que los hará notarios públicos sino  el nepotismo y los favores políticos.

La semana se  inició con la repartición de notarías. Al cierre del telón de su administración, Carlos Lozano de la Torre decidió entregar a su cuñado, Sergio Reynoso Talamantes la número 57, ubicada en la calle Francisco I. Madero número 450 segundo piso.

No obstante, él tendrá que ausentarse por el corto lapso que dure la próxima legislatura, en la que por cierto, pelea duramente contra el grupo político de Lorena Martínez, para ser el coordinador de los diputados del PRI y el Partido Verde.

También premió con una misma posición a  su Secretario de Gobierno interino, Alejandro Bernal Ruvalcaba,  quien así ve recompensada una labor consistente basada en el rumor,  el espionaje y fichaje de los críticos del gobierno. Él tendrá la privilegiada posición de supernumerario.

Karen Saray Rodríguez Moran, será la notaria número 28 con oficina en el edificio Mónaco de avenida Las Américas 401 interiores 301 y 302, donde despachaba  su padre, Moisés Rodríguez Santillán.

Y como “cereza del pastel” en las nuevas notarías figura Fernando González de Luna, recriminado por distintos frentes, incluso de los mismos magistrados,  por haber puesto a las órdenes del Ejecutivo a todo el Poder Judicial,  cumpliendo con ello sus  intereses personales y políticos.

Su  notaría es la 58 y se ubicará en Sierra de las Palomas número 409 en Bosques del Pardo Sur.