Aguascalientes
SON LAS VÍBORAS MÁS VENENOSAS QUE HABITAN EN AGUASCALIENTES
En Aguascalientes se encuentran entre 90 y 95 tipos de serpientes y son dos especies consideradas como venenosas: la “lapide” y la “viperidae”, explicó Gustavo Ernesto Quintero Díaz, investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y que participa en el cuidado de especies animales.
Dentro de los trabajos, se han identificado zonas de menor influencia humana como la serranía del muerto, zonas montañosas de la Sierra Fría y mesetas de los municipios de Tepezalá y Calvillo. De las 44 especies de cascabel que hay en México, se ubicaron ocho en territorio aguascalentense.
La serpiente de cascabel cuenta con abundantes escamas, la forma de su cabeza es acorazonada, su pupila es de forma vertical y cuenta con una fosa termoreceptora entre ojo y naríz, además de un rasgo característico: el cascabel al final de su cola.
Mencionó que su mordida es un método de alimentación en primer término y, después, como un mecanismo de defensa.
Los ejemplares que han sido encontrados y estudiados localmente la víbora de cascabel oscura o de Querétaro, que habita en la Sierra del Laurel; del desierto o diamante, encontrada en Tepezalá cerca de una mina; la Crotalus basiliscus, agresiva y grande en su tamaño –más de un metro- encontrada en zonas de Calvillo. Se han localizado además la víbora de cascabel verde de las rocas, en la Sierra Fría, Cosío y Tepezalá; la Crotalus Moloso, serpiente grande -un metro-, color café pardo, cola negra, con presencia en todo el estado; la Crotalus puristictus, considerada de las más hermosas por sus colores -amarillo rojizos-, víbora de cascabel de hocico de puerco, de alta afinidad con agua, encontrada por el aeropuerto de Aguascalientes y municipios de Jesús María, Calvillo y San José de Gracia.
La Crotalus prisei, llamada víbora de cascabel de manchas dobles, ubicada solo en la Sierra Madre Oriental y una parte de la Occidental, en la Sierra Fría; y la Crotaulus escotulatus, que tiene varios registros en zonas secas y en la capital del estado, Jesús María, Cosío, Rincón de Romos y partes bajas de San José de Gracia.
La Universidad Autónoma de Aguascalientes tiene cuatro años dando seguimiento a las serpientes de cascabel.