SOBRINO DE CARLOS LOZANO TENDRÁ QUE RESPONDER POR 800 MILLONES DE PESOS

En algún momento las trampas aplicadas en la administración de Carlos Lozano de la Torre para librar los malos manejos en distintas áreas del gobierno, iban a tener su punto débil y la llamada de atención no provino localmente sino de la Auditoría Superior de la Federación y de la Secretaría de la Función Pública, que ahora exigen al actual gobierno sean solventadas las observaciones sobre probables desfalcos.

Para el Gobierno Federal andan bailando alrededor de 800 millones de pesos y ven como responsable a Alejandro Díaz Lozano, sobrino del ex gobernador que al frente de la Secretaría de Finanzas, logró favorecer negocios individuales y familiares, además de involucrarse en el tráfico de influencias.

Le tocó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que usa como bandera el combate a la corrupción, exigir se aclaren los que se consideran por lo pronto desfalcos, y se sancione a los responsables, entre los que marca a Alejandro Díaz Lozano y algunos de sus colaboradores.

“Obviamente son algunos recursos que nos piden que los reintegremos. No estamos de acuerdo en que se reintegren todos los totales. Por eso estamos integrando los expedientes precisamente, para enviarlos a  Auditoría Superior. Con Auditoría Superior son  cerca de 400 millones de pesos y en Función Pública son otros 400 millones”, explicó el Contralor General del Estado, David Quezada Mora.

Precisó que si los anteriores funcionarios no logran solventar a satisfacción de los entes fiscalizadores esos reclamos, se procederá de inmediato a los procesos de responsabilidades e incluso las denuncias penales.

“La idea es que, si vamos a reintegrar algún recurso, pues obviamente nosotros como Estado no queremos absorberlos sino que el culpable sea el que haga el resarcimiento”.

Sobre el manejo irregular de recursos, hay 388 millones de pesos que corresponden al Fondo de Proyectos de Desarrollo Regional (PRODERE), y que sería parte del dinero que debiera ser reintegrado a la Federación, junto con la sanción a los que los mal emplearon o desviaron.