SOBREVIVÍ A UN SECUESTRO Y NO HAY LEYES QUE EVITEN ESE DELITO EN MÉXICO: BOSCO

El empresario con raíces aguascalentenses, Bosco Gutiérrez Cortina, Fundador de la firma Bosco Arquitectos, recordó como hace 28 años fue secuestrado en Puebla y permanecido en cautiverio durante 257 días en un diminuto cuarto sin servicios de la Ciudad de México.

Ese duro episodio de su vida lo ha capitalizado para compartir su historia, de la que incluso se produjo una película y se escribió un libro. Su privación la aprovechó para fortalecer su religiosidad y para entender que son los valores y la oración, lo que hace fuerte a la persona frente a cualquier adversidad.

“Estoy convencido que yo regresé por todas esas oraciones de tanta gente que rezó por mí para mi regreso. De manera que tengo una vida corta para agradecer todas esas oraciones”.

En ese encierro, comentó que la oración le ayudó a superar miedos, cualquier imaginación negativa, la incertidumbre y las permanentes amenazas de muerte.  “Tienes que generar tu propio blindaje mental para no volverte loco, para no decaerte, para mantener el ánimo, para aprovechar el tiempo porque el tiempo es peligroso cuando no tienes cosas que hacer y la loca de la casa que es la imaginación te puede enloquecer”.

Invitado por la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes, para hablar sobre esa historia y con ello contribuir a fortalecer el proyecto del Centro Educativo El Salto, que apoya a mujeres de El Llano y Betulia para ser emprendedoras,  Bosco dice que una razón fundamental  para su sobrevivencia fueron sus siete hijos y su esposa.

“Para mí, un premio que me dio Dios, fueron esos 9 meses sin radio, sin televisión, sin pláticas, sin coche, sin nada, más que pensar y rezar”.

También confirmó que a la sociedad le va mal, porque ha expulsado a Dios de sus vidas, profundizado la pérdida de valores y se ha caído en un relativismo en donde cada quien se cierra en lo que supone es su verdad.

A casi tres décadas de su secuestro, Bosco Gutiérrez Cortina considera que el secuestro es una industria que se ha ido metiendo en países en donde se cuentan con facilidades para llevarlo a cabo. Y las naciones donde ponen trabas ya lo han erradicado, como son los casos de Colombia, Estados Unidos, Brasil e Italia.

Pero el caso de México es desesperante. Afirma que no se cuenta con leyes que eviten el secuestro, sólo lo penan. Por ello, se ha acercado con legisladores en diferentes tiempos, y sólo concluye: “nadie me pela porque no le dan importancia”.

Finaliza convencido de que “hay mucha dejadez, ve tú a saber si hay negocio para todo mundo. No sé… yo nomás les digo: vean los países en donde erradicaron el secuestro, hay leyes concretas. Yo no me voy a meter en el tema, porque yo no soy legislador”.