SI TIENES AMOR CIEGO, OLVÍDATE DE LA BODA

La pareja que decide contraer matrimonio requiere considerar con madurez el tema de los bienes mancomunados o separados.

La decisión no quiere decir que se esté predisponiendo al divorcio, señala Óscar Fernández, profesor de la facultad de derecho de la Universidad Panamericana en Aguascalientes. “Si está bien pensado y bien decidido y bien tocado el tema entre ambos cónyuges, yo creo que cualquiera de las dos alternativas puede llegar a ser buena. Porque también el hecho de tener bienes separados puede implicar que se dedique, digamos de una manera más libre, a cuestiones de comercio, etcétera”.

Pero, ¿cómo saber si la persona con la que se pretende formalizar una relación es la pareja para toda la vida? Fernández sostiene que se debe ser consciente, pensar y no estar en un enamoramiento tan grande que no le vea defectos a la otra persona, que en la realidad los tiene.

“Para sentirse o saberse enamorado pero amor no de enamoramiento propiamente, es querer el bien del otro por encima del bien personal”.

Y aclara que eso no implica sentirse inferior a la pareja ni ser sumiso: “es querer el bien del otro porque lo amas, como una mamá ama a sus hijos y siente que el bien de sus  hijos es mejor que el bien propio, no se siente inferior a ellos”.

Por ello considera que si no se le ve defecto a la novia o novio, aún no se está preparado para casarse.