SE VALE COMER DE TODO, PERO EN PEQUEÑAS PORCIONES Y SIN REPETIR PLATILLO

Aún faltan por consumir los platillos correspondientes a la cena de Año Nuevo, el Día de Reyes e incluso de la Candelaria, con sus respectivos recalentados.

Fernando Rubio Martínez, Supervisor de Nutrición y Dietética en la delegación del Seguro Social, se dijo partidario de que se disfrute de cualquier banquete, y sólo se considere las condiciones de salud que tiene cada persona y restringir las cantidades.

Se trata de no repetir algún guisado ni servirse en el plato más grande. Hay que elegir el que permita contener raciones pequeñas.

Que dos terceras partes del alimento que se ingiera tenga que ver con frutos y vegetales; la tercera parte en cárnicos, cualesquiera que sean preferentemente bajos en grasa y media taza de cereales.

Indudablemente que la temporada navideña provocará o agravará la obesidad en algunas personas. Hay que tener en cuenta que si se gana peso, aumenta el riesgo de padecer diabetes, hipertensión y colesterol, entre otros recordó.

En el IMSS se ha recomendado por ejemplo que si se comerá la ensalada de manzana, la cual proporciona 380 kilocalorías en su receta original, se utilice mejor crema baja en grasa y sustituto de azúcar.

Una porción de lomo o pierna con salsa de ciruela  proporciona hasta 415 kilocalorías. Si mejor se cocina  con chile guajillo y ancho, el consumo calórico disminuye a 230 kcal.

También se puede cambiar una rebanada de pastel de tres leches (410 kcal.) por una taza de gelatina light con yogurt (150 kcal.) y en el caso del ponche de fruta, que aporta alrededor de 200 kilocalorías por su preparación tradicional con azúcar refinada, disminuye si se utilizan edulcorantes o incluso con la fruta que ya tiene azúcar de manera natural, como el caso de la caña.