Aguascalientes
SE PREPARÓ PARA ALIMENTAR AL PÚBLICO MÁS SOFISTICADO DE AGUASCALIENTES
Es la primera opción restaurantera en Aguascalientes para los comensales más exigentes, que buscan consumir platillos diferentes o tradicionales con un toque exclusivo, en un ambiente de privacidad.
Diego Aguirre es catedrático en la Universidad Panamericana, campus Bonaterra y desarrolló su idea emprendedora a la que denominó “Metate”.
Ahí pueden servir venado o jabalí, con la variedad de ser cazados con escopeta u otra herramienta porque el sabor varía.
“Mucha gente piensa que la cacería es como que vas y matas al rebaño completo o a la manada completa, pero no. Se selecciona un individuo. Está sumamente controlado cuántos individuos puedes sacrificar”, aclaró.
El restaurante “Metate” no se abre al público en general. Debe hacerse una reservación previa, con un mínimo de 6 personas y se les cita en el negocio, una imponente finca del año 1892 ubicada en la calle Zaragoza número 106, del centro.
Ahí sólo estarán ellos y consumirán los alimentos en 10 o hasta 15 tiempos. Ninguno de los comensales sabe lo que se les servirá tanto en caliente como en frío. No hay carta y todos deberán degustar los platillos que se dividen en fase entrante, fuerte y postre.
“Nos manejamos con la idea de generar la expectativa como cuando estaba uno en la escuela y no sabía que iba a comer”.
Diego Aguirre refiere su interés por rescatar recetas que se han perdido a lo largo de los años. Sus alimentos también los inspira visitando pueblos mágicos, mercados y centrales de abasto.
El platillo icónico del restaurante y que permanece firme es un mole negro que se elabora en barrica para tequila por un año seis meses.
Agrega que el concepto es un híbrido de toda la experiencia que ha obtenido en diferentes partes de México y el mundo.
Las verduras, frutas y carnes que se comen, ellos las cultivan. No utilizan químicos. Están por cosechar las primeras vainas de vainilla que nacen en la región. También tienen árboles de tamarindo, pero tardarán varios años en dar fruto.
Advierte además que en los cultivos se observa una menor presencia de abejas, un preocupante fenómeno que se da en varias partes del mundo. “Es muy triste que no le damos la importancia a algo tan pequeño pero que es grande a la vez. Si no hay abejas no hay flor, entonces no hay naranja, no hay limones, no hay fruta, no hay ni siquiera maíz.
Señala también que a Aguascalientes no le hacen falta más restaurantes, sino a la gente abrirse como comensales para conocer nuevos conceptos.
“Aguascalientes es una ciudad de modas, por eso es que vemos que abren y cierran, abren y cierran. Igual algún restaurante era malo, por eso mereció cerrar. Pero algún restaurante era bueno y lo dejamos cerrar”.
Comer o cenar en “Metate” cuesta al menos 490 pesos por persona, sin considerar las bebidas.