SE OPUSIERON A LAS BODAS GAY

En el ambiente, parecía ser la discordia de padres contra hijos, donde unos decían proteger el matrimonio exclusivamente entre hombre y mujer  y velar por la educación de sus descendientes.  Otros, el que no se interpongan en sus decisiones libres.

La simple intención de volver a subir a la tribuna legislativa  el debate del matrimonio igualitario, atrajo a quienes defienden desde alguna organización civil, sus ideales y el tipo de convivencia y de sociedad que desean.

Al interior del Congreso, los asientos fueron dominados por miembros del Frente Nacional por la Familia. Incluso ahí estuvo Juan Dabdoub Giacoman, Presidente de Consejo Mexicano de la Familia.

Al exterior, eran más los jóvenes que exigían el respeto a sus derechos y que no se les imponga un estilo de vida sólo por no coincidir con la sociedad heterosexual.

Un nuevo espíritu contagió a la legislatura priista. En el pasado reciente valiéndose de su mayoría, dejó en la congeladora 12 iniciativas relacionadas con el tema para no asumir un costo político.

Llegó el momento en que modificaron su discurso sin temor al qué dirán o también pensando en la reelección.

Aseguran entender un destino irreversible sobre la nueva realidad de la sociedad mexicana, donde tendrían que estar por encima del ejercicio público, el respeto a los derechos humanos y a las libertades de las personas.

Fue el diputado del PAN Guillermo Gutiérrez Ruiz Esparza,  quien encendió el fuego al apoderarse de la máxima tribuna por más del tiempo dispuesto y manifestar su rechazo  a las uniones gay, argumentando además, que no permitirá que el tema genere en algunos cuotas políticas ni proselitismo electorero.

En ese contexto y entre consignas de parte del público que se sintió afectado, se definió que se postergue indefinidamente la posible aprobación de los matrimonios igualitarios en Aguascalientes.