Aguascalientes
SATANIZAN AL PAN TRADICIONAL
“¿Cuántas piezas vas a comer? ¿Cuántos años vas a vivir?” Es la persuasiva frase en la nueva campaña de la Secretaría de Salud, con la que pretende reducir la obesidad de la población. Pero lejos de rendir resultados, sólo está provocando el enojo de quienes participan en la industria de la panadería, de amplia presencia pero también de las más atacadas por nutriólogos y ahora desde la esfera oficial.
Y es que la propaganda se acompaña de imágenes de piezas tradicionales como son la concha, los cuernitos, orejas y el bigote, entre otros.
Eleazar Cruz, integrante de la delegación en Aguascalientes de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, afirma que la campaña está mal enfocada, tanto como la visión de nutriólogos al prohibir alimentos más no proponer alternativas para ir enfrentando el sedentarismo de la gente.
“Eso es un enfoque que está mal dado. Es más sano un cuerpo con ejercicio y lógicamente un cuerpo con ejercicio va a necesitar mucho más nutrientes. El pan los tiene. El pan tiene carbohidratos, tiene ácido fólico, tiene vitaminas, tiene una serie de cosas que sería cuestión ya de manejarlo un poquito más a fondo”.
Agrega que en la defensa del negocio de la panadería, no caerían en la irresponsabilidad de promover que personas con problemas de diabetes o de corazón consuman indiscriminadamente el pan dulce o salado.
“Para mí, lo que más deberían de hacer tanto el gobierno como los nutriólogos es… vamos a empezar por el enfoque de hacer mucho más actividad física. Lo que le dé salud a tu cuerpo, un cuerpo mayormente ejercitado y mayormente alimentado. Si una vez cumplido eso, aun así tienes problema de obesidad, entonces sí vamos a comenzar a limitar alimentos”.
Explicó que hace 30 años había mayor consumo de pan por persona y no se tenían los problemas de obesidad de la actualidad debido a que desarrollaba mayor actividad física, lo que debe deducir que no es el pan el principal factor que provoca engordar.
Los mitos con relación al pan, han sido causa de que en las últimas tres décadas el consumo cayera en un 20 por ciento.
“Es una satanización. No fuera satanización si fuera real. Y si yo encuentro una campaña que diga: si tú eres propenso a esta enfermedad o tienes inicio a esta enfermedad deja de comer este tipo de pan, y esté justificado, yo soy el principal promotor de esa campaña, porque a mí no me interesa vender productor a costa de la salud de otra persona, que hay empresas o hay sectores que sí lo hacen”, añadió.
Es por ello, que se está haciendo un extrañamiento a la dependencia federal y se buscará que consideren la postura de los panaderos en su publicidad, para no afectar un alimento que es básico.
Cada mexicano consume en promedio una pieza de pan de 90 gramos por día. En Egipto y Grecia cada habitante come 4 piezas y en Chile, que es el principal cliente de las harinas en América Latina, poco más de 3 piezas.