RECARGA DEL ACUÍFERO RESULTÓ UNA COSTOSA E INÚTIL OCURRENCIA

Un  fiasco muy caro resultó ser el pretendido proyecto de recarga artificial al acuífero de Aguascalientes, que se propuso realizar la administración de Carlos Lozano de la Torre.

Más de 170 millones de pesos pagó el anterior gobierno a una empresa de sospechosa procedencia, para realizar los trabajos que supuestamente ayudarían  a reducir el déficit que registra el acuífero, por la desmedida extracción que diariamente se realiza.

Tan sólo la idea puso en alerta a los ambientalistas por la amenaza que representa la intervención humana en ese tipo de planes.

La planta ubicada en Villas de Nuestra Señora de la Asunción sería la encargada del tratamiento y luego de un proceso de purificación,  inyectarla al subsuelo, lo cual ya era visto como imposible.

Y así sucedió. El gobierno que encabeza Martín Orozco está decidido a no recibir la obra a la empresa que se le pagó por realizarla y por lo tanto, no se pondrá en marcha al detectar que sí existe la posibilidad de que se contaminen las aguas con la inyección.

El problema está en la última fase del ciclo de tratamiento y recarga al subsuelo, donde en efecto, el agua no está saliendo en condiciones para mezclarse.  Y en el supuesto de que fuera exitoso,  se requeriría de una atención permanente y el compromiso de los subsecuentes gobiernos de no desatender el funcionamiento porque cualquier descuido sería muy peligroso, lo cual no está garantizado.

“Lo que se vislumbra es que más que infiltrar al acuífero, si es un agua de tan buena calidad, destinarla a otro uso ya que está aquí en la superficie y no poner en riesgo al acuífero”, explicó Julio César Medina Delgado, Secretario del Medio Ambiente.

Reconoce que el problema es de operación, porque la empresa que fue contratada por el anterior gobierno no ha cumplido en los resultados con los criterios de la licitación.

Hay quien señala que el plan de inyección del agua fue una aventura más del gobierno de Carlos Lozano en el que como siempre, pocos  ganaron y los aguascalentenses perdieron.  Hoy fue por no escuchar a  especialistas que advertían de los riesgos. Así, la millonaria suma invertida simplemente se fue al caño.