Aguascalientes
QUE GARANTICEN ELECCIONES LIBRES, SIN ENGAÑOS Y SIN ALIANZAS CON CRIMINALES
Al inicio de la campaña electoral los obispos de México alertaron sobre los riesgos de la estabilidad democrática que genera la violencia criminal, y que al mismo tiempo afecta la libertad ciudadana.
De antemano, la Conferencia del Episcopado Mexicano demandó campañas que favorezcan el ejercicio del voto libre, informado y secreto; sin manipulaciones ni engaños; sin injerencias indebidas de las autoridades gubernamentales ni de cualquier índole. “Lo decimos con toda claridad: ¡deseamos una elección en la que participemos todos! ¡evitemos cualquier retroceso democrático!”.
Destacó que debemos evitar que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento.
Las condiciones por las que atraviesa el país desafortunadamente no son las mejores, pues es evidente que, desde hace tiempo, nuestros problemas son muchos en materia de seguridad, desigualdad social, crecimiento económico, insuficiente empleo formal y digno, cobertura y calidad educativa y de salud, migración, polarización social, y otras problemáticas.
La Conferencia del Episcopado Mexicano solicitó de antemano el respeto en la legítima pluralidad cultural con la que se enriquece nuestra sociedad. Las decisiones ciudadanas orientadas por el bien común implica el respeto a la dignidad humana, a los derechos de los ciudadanos y la preocupación subsidiaria por los menos favorecidos, agregó.
Señaló que las instituciones electorales deben actuar con apego a la imparcialidad y la justicia, con ética y competencia profesional, para garantizar que el proceso se desarrolle con plena legalidad y con oportuna corrección de las anomalías que pudieran presentarse.
Resalta que todos deseamos que este proceso electoral sea ejemplo de civilidad a la altura de la cultura democrática que los mexicanos hemos ido construyendo y perfeccionando en las últimas décadas. Es necesario que los distintos actores políticos, sin excepción, cumplan las leyes y las normas en materia electoral. “Por el bien de México, primero la democracia y el Estado de Derecho”.
Además, que las autoridades responsables de la seguridad ciudadana y las fuerzas del orden garanticen la protección y el ambiente de paz.
Convocó a los fieles a participar mediante la vigilancia del proceso electoral hasta la entera jornada del 2 de junio. No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo. Es tiempo de participación y compromiso.
Concluye que México necesita campañas electorales, limpias, legales y austeras; con abundancia de propuestas responsables y serias; dejando de lado las descalificaciones de los contrincantes para dar lugar a la búsqueda de soluciones auténticas para nuestros problemas, tomando en cuenta la seriedad de estos. También nos conviene, a todos, la libertad de expresión, sin que por ello se ponga en riesgo la vida o seguridad de las personas.