Aguascalientes
PREFIEREN EL AGUA EMBOTELLADA QUE LA DE LA LLAVE
Los hábitos de consumo de la población muestran una tendencia a modificarse en apego a una visión de cuidado a los recursos naturales, reconoce Hortencia Medina Uribe, Subdirectora de Estadísticas Ambientales en Actividades Económicas y Hogares, del INEGI, al explicar los resultados de la reciente investigación sobre el tema, en el Módulo de Hogares y Medio Ambiente.
Por ejemplo, reveló que en más del 76 por ciento de las casas se bebe agua embotellada y de garrafón. El 69 por ciento de los consumidores dice que es más saludable que la que sale directamente de la llave. Hay además un rechazo por su sabor y su color. En otras viviendas es la única manera de tener agua constante.
Los hogares destinaron durante 2017 un promedio de 52 pesos de su gasto semanal a la compra de agua embotellada; mientras que el gasto en agua de la red pública fue de poco menos de 41 pesos en promedio a la semana.
“Se ve como cierta homologación… homogeneidad en el consumo en áreas rurales y urbanas. El porcentaje de aumento que hubo entre 2015 y el 2017 se debe más al incremento de consumo de agua embotelladas en áreas rurales”, detalló.
Refirió además que, quienes no cuentan con las tomas de agua y tienen que conseguirla de otras fuentes, las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres para el acarreo, y en ello tiene que ver la fuerza física.
Pero también hay bienes en los que la población ha valorado el tema de la sustentabilidad para conseguirlos. Por ejemplo, para el 28 por ciento de los compradores de automóviles pudo más la eficiencia energética.
El 10 por ciento de los adquirientes de productos de limpieza los consiguió siempre y cuando fueran biodegradables.
“Los productos de limpieza son altamente contaminantes y luego no tenemos como esa visión del uso del cloro, sosa, por ejemplo los limpiadores para cristales que no lo tenemos separado, lo preguntamos así, son altamente contaminantes y se pueden sustituir por una mezcla de agua con vinagre”.
Pero también se está adecuando el criterio para la elección de alimentos. En el 2017 el 7.5 por ciento de los consumidores eligió los productos orgánicos, cuando dos años antes, representaba el 4.5 por ciento.