POLÍTICOS “LAYÍN” PODRÍAN REPLICARSE EN TODOS LOS CARGOS Y LATITUDES

Aunque los partidos y los políticos padecen del mayor desprestigio, su presencia es necesaria y sólo requieren de cambiar, como lo exigen los reclamos sociales.

Ignacio Ruelas Olvera, delegado del Instituto Nacional Electoral, reconoce así que cada uno de los partidos políticos, los que cuentan con registro y los locales que podrían estar conformándose para futuras contiendas, necesitan de liderazgos que impongan el orden desde el interior.

“Lo que el pueblo a una sola voz le grita a los políticos y a los partidos es: cambien, háganse partidos de valores, sean partidos humanizados, humanistas, vean el bien común, la justicia social, hagan política. Eso es lo que les está pidiendo, pero las cúpulas de los partidos se hacen como franquicias, ponen oídos sordos al reclamo popular”.

Sostuvo que no debe desestimarse ese llamado que hace la sociedad, de que se transformen para volverse de su interés.

Sin embargo, es la indiferencia a prestar atención al pueblo, lo que hoy representa una amenaza seria para que puedan multiplicarse en estados y municipios personajes como Hilario Ramírez Villanueva -Layín- el enamorado alcalde de San Blas, Nayarit, quien dice que ha robado poquito y se deja ver con excesos en las fiestas que organiza.

“Esa es la muestra de lo que el pueblo no quiere pero que al final de cuentas autoriza.  En los engaños mercadológicos de las campañas”, indicó Ruelas Olvera.

Agregó que si el político transita del valor a la virtud “estamos del otro lado”. El valor, como concepto teórico y la virtud como un comportamiento.

Por ello, concluye que todos los partidos son importantes, son famosos, tienen recursos, tienen representatividad y el pueblo les ha ido premiando y castigando a través del voto.