NDÍGENAS NO LIBRAN LA POBREZA Y DISCRIMINACIÓN

Más de 2 mil 400 familias indígenas que se asentaron de forma temporal y hasta definitiva en Aguascalientes enfrentan diariamente la discriminación, tanto de la sociedad como del propio gobierno.

Para todos ellos, la Constitución es letra muerta al no tener garantizado el acceso a la educación, la salud, la vivienda y la alimentación.

María del Carmen Wuotto, que representa localmente a la Mancomunidad de la América India Solar, mencionó que el uno por ciento de la población en el estado es de origen náhuatl, zapoteca y mazahua, entre otras.  Pero en los últimos tiempos, familias humildes de etnias chiapanecas están abandonando los campos para buscar satisfacer las necesidades básicas en las ciudades medias y grandes.

“Su objetivo es cumplir  la necesidad básica de alimento y vestido”, comentó. Para muchos de ellos Aguascalientes es un imán por el supuesto desarrollo económico pero en la realidad terminan sin superar sus condiciones de marginación, pobreza y hasta discriminación.

María del Carmen Wuotto señala que son los niños y jóvenes mixtecas los más afectados en Aguascalientes por no hablar  español.  No los admiten en escuelas públicas ni privadas por falta de intérpretes y quedan condenados al analfabetismo.

“Los programas sociales deberían ser diferentes”, es su reclamo y añade que la educación tiene que ser realmente gratuita. Pero sobre todo, indica que las personas provenientes de comunidades indígenas merecen toda la protección y al menos el acceso  al alimento y  con ello, a un mejor estilo de vida.