Aguascalientes
MANDARON A “VOLAR” A LA RANA Y YA SE PAGAN LAS CONSECUENCIAS
La población de la rana madriguera, única especie de anfibio que es endémico de Aguascalientes, ha reducido drásticamente, a pesar de los esfuerzos de civiles para su preservación.
Se le ha localizado en 8 zonas del estado, pero el desarrollo de infraestructura urbana, la actividad industrial y agrícola, le mantienen bajo permanente amenaza.
Gustavo Quintero Díaz, catedrático e investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y que además dirige la Asociación Civil “Conservación de la Diversidad del Centro de México”, lleva 12 años en el estudio y en la defensa de la especie, e incluso les ha adaptado chips para saber el comportamiento de su población.
En el año 2006 encontró que en la zona de Peñuelas había 246 animales adultos en una superficie de 12 hectáreas. De inmediato encabezó un plan para cuidar su hábitat. De ello, se consiguió que en el año 2007 se contabilizaran 330 ranas adultas. En el año 2008 sumaron 516 y hacia el 2009 ya eran 741.
El nivel más alto en la población de ranas fue en el 2010 con mil 400. Sin embargo, hacia el 2012 se instaló la Nissan y comenzó el sacrificio para los batracios. En el año 2013 se contabilizaron 163 adultos y así fue descendiendo hasta el 2015 que apenas se detectaron 100.
Un acto muy grave fue el que provocó la administración de Carlos Lozano de la Torre, al intervenir drásticamente en el ecosistema, con sacar el agua de Nissan para llevarla al bordo de El Jaguey.
No cuenta con capacidad suficiente por lo que constantemente abren la compuerta y esa agua se derrama llegando hasta la pista del aeropuerto “Jesús Terán”.
“El problema ahora es para la bajada de los aviones porque está cerca de la pista. Entonces hay muchos atropellamientos de ranas y de sapos y de todo lo que hay ahí, en la pista. Causa un problema económico serio para el aeropuerto porque todos esos pedacitos de piel… que quedan de carne, suben cuando baja el avión o cuando va caminando para poder subir. Las turbinas la atraen y se la llevan al motor y ese es un problema muy serio para los aeropuertos. Es un riesgo muy serio”, explicó.
Gustavo Quintero asegura que aún se está a tiempo para prevenir más daños al hábitat de la rana madriguera.
Comenta que él ha trabajado en la reproducción en cautiverio. Cada año se consiguen entre 100 y 200 animales que luego se liberan, aunque el éxito no es el deseado, debido a que la actividad de las empresas que operan en el área de Peñuelas.
Menciona que particularmente se ha buscado sensibilizar a los directivos de Nissan sobre la importancia de la rana en la zona, pero simplemente no se han prestado al diálogo.
“Es increíble que en Japón, por ejemplo, se haya hecho mucho por un anfibio como es una salamandra gigante que se tiene y han trabajado mucho, y aquí Nissan no nos contesta, no responde y ellos se vinieron a instalar aquí”.
Otro problema es el haber dejado el uso de leds para el alumbrado por el del sistema de vapor de sodio, lo que provoca que atraviesen la carretera buscando su calor.
“Solamente se ve la parte económica. Todos queremos ganar más… pues sí. Todos queremos vivir mejor – sí- pero lo estamos haciendo a costa de la naturaleza, por eso estamos viendo todos estos cambios. Este cambio climático es parte de la realidad”, refirió.
La rana madriguera es fundamental en el ecosistema. Su presencia contribuye a la aireación del suelo. Cuando hacen sus galerías subterráneas, que pueden llegar a medir hasta 10 metros de largo, tienen un sifón y permiten que cuando se llena el suelo de agua, permee en toda la zona. También son importantes consumidoras de insectos plaga de los cultivos.