LA EDAD Y LOS TRAUMAS AFECTAN EL GUSTO POR LA COMIDA

El paladar es de los sentidos que se van modificando con la edad.  Es así que un adulto o persona de la tercera edad no disfruta igual un platillo, aperitivo o golosina que en su niñez.

Pero el identificar un buen o mal sabor también tiene que ver con una grata o desagradable experiencia del platillo, según refiere  Mercedes Urzúa González, directora de la Escuela de Dirección de Negocios Gastronómicos de la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes.

“La comida también está muy ligada a la parte traumática, por así decirlo, de recuerdos.  La comida normalmente nos trae recuerdo. Si la comida nos trae recuerdos de que alguna vez nos hizo daño, de que alguna vez nos cayó pesado o que la comimos en alguna ocasión que no fue grata para nosotros, pues normalmente vamos a rechazar ese platillo”, explica.

También indica que más en estos tiempos, hay enfermedades muy ligadas a los buenos o malos hábitos alimenticios. “A final de cuentas si eres una persona que estás muy cansada o estás deprimida, te puedo asegurar – sin ser médico- que gran parte tiene que ver con la alimentación”.

De tal modo, detalló que en el intestino se encuentran bacterias malas y buenas. Dependiendo de su equilibrio puede afectar incluso a la manera en que se comporta el cerebro. “Muchas veces, cuando hay una mala flora intestinal, por así decirlo, eso puede estar causando enfermedades que no tienen que ver con la parte digestiva, sino que tienen  que ver con algunas otras funciones del cuerpo humano… hasta la depresión”.

Mercedes Urzúa habló además sobre las investigaciones que se están realizando en la institución educativa. Una de ellas consiste en identificar el éxito de un alimento a través de un panel sensorial. El reconocimiento facial sobre quien prueba la comida, determina cuanto gusta o no el platillo y eso ayuda a una empresa a considerar o rechazarlo de su menú.

También se trabaja en definir y posicionar un platillo típico de Aguascalientes, considerando las recetas e ingredientes de las abuelas.

Para ello, se propone además incluir los nuevos productos que están cultivándose en el campo local como son espárragos y frutos rojos. “También hay que pensar que nuestra época, en algún momento también  va a ser pasado y que mejor momento para  impulsar nuevos productos con estos nuevos cultivos”, concluyó.