Aguascalientes

JUZGAN A MENORES ATENTANDO CONTRA SUS DERECHOS

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Los Juzgados familiares en Aguascalientes requieren adecuar su ejercicio en los asuntos que involucran niñas, niños y adolescentes, para que se juzgue con la perspectiva de infancia, y se dejen atrás esas prácticas que incluso, llegan a violentar sus derechos, su tranquilidad y estabilidad emocional.

El abogado Manuel Fernando Díaz Rodríguez (Manene), especialista en amparo, explicó que en la aplicación del Artículo 242 bis del Código de Procedimientos Civiles del Estado, que regula el mecanismo para escucharlos en juicios, lejos de abonar en su protección, a la luz de los artículos 4° constitucional y 4° de la Convención de los Derechos del Niño, atenta contra los mismos al contraponerse a los principios de certeza y seguridad jurídicas consagrados en los artículos 14 y 16 constitucionales.

El Código de Procedimientos Civiles de Aguascalientes tiene una redacción antigua, cuando ya existen criterios de la Suprema Corte de Justicia que clarifica los lineamientos basados incluso, en los lineamientos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en los que determinan de qué manera se tiene escuchar al menor, recordó.

“Ahorita los juzgados de Aguascalientes lo hacen levantando un acta por escrito y recomienda la Corte que sea grabado ¿Por qué? Porque si es grabado eso va a permitir hacer nuevos peritajes, pero, sobre todo, la grabación ya sin revictimizar al menor, sin someterlo a nuevas audiencias. El problema es que si lo haces por escrito ¿cómo vas tú a ver un segundo perito el lenguaje corporal del menor si no estuvo presente en la audiencia?”, agregó Manene.

Especificó así que se carece de certeza legal sobre los peritajes de los psicólogos que participan en la escucha de los menores, ello debido a que dicho artículo del Código se contrapone con el contenido del Artículo 300 del Código de Procedimientos civiles del Estado de Aguascalientes al limitar el peritaje de esos profesionistas únicamente a la observación, excluyendo de forma tajante cualquier examen o prueba psicológica que les permita fundar sus consideraciones.

Lamentó que los juzgados muestran férrea resistencia para adaptarse a las nuevas reglas. Para ellos el Código de Procedimientos Civiles es sagrado y sólo procederán de manera diferente si les obliga un juez de Distrito o un Tribunal Colegiado, cuando tienen una facultad de flexibilizar todos los procesos judiciales en los que se involucren menores, y con ello también propiciar una justicia ágil y efectiva.

Recordó que para el menor que se presenta a un juzgado es muy estresante el escenario. Además, se enfrentan al juez, que en lugar de hacerlos sentir tranquilos les provoca pavor.

“Los jueces no tienen la capacidad académica-profesional para actuar como peritos en psicología, y muchos de ellos se quieren constituir como peritos basados en su experiencia”, concluyó Manuel Díaz.

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