JUEGOS QUE AMENAZAN A LAS FAMILIAS

Hay juegos y series que no están contribuyendo a la sana formación de la niñez y la juventud;  por el contrario están repercutiendo en el deterioro de sus valores.

Guillermo Ramos Kuri, profesor de la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana, campus Bonaterra, se refirió en específico a la ouija, a los videojuegos y  a la serie animada de los Simpsons, que consideró en contra de los principios que todo padre desea desarrollar en su familia.

En una entrevista que sostuvo con La Contra [PORTADA], hizo un llamado a considerar el juego y el juguete ideal para la formación de los menores, más aún en esta temporada navideña en la que existe una preocupación por  cumplir con el regalo para niñas y niños.

“Un niño que no está en un ambiente lúdico y que le sea grato, difícilmente va a adquirir confianza y a querer estar con las personas de  manera que pueda ir desarrollándose de manera positiva”, consideró.

Señaló que el juguete  debe ser indispensable para un juego completo y sano,  considerando que es parte del aprendizaje.

“Hay una serie de características que los juguetes deben cubrir: que no pongan en peligro la vida  de los niños, que sean manipulables por el menor y que sean de acuerdo a su realidad”.

Es por ello, que estimó indispensable atender la recomendación sobre  la edad que el propio juguete marca y que es para participar en el desarrollo de sus habilidades motrices, físicas, cognitivas, afectivas y de razonamiento.

Advirtió que la  ouija (una tabla que se usa para supuestamente contactar a fantasmas),  no es educativa. Sin embargo hay casos donde los padres la regalan a los  hijos adolescentes, propiciando el  desarrollo de habilidades que no estarán deseando.

Además está la situación de los videojuegos, donde varios exponen la muerte sanguinaria o de violencia extrema.  Estimó que lo que están enseñando por medio de esos juegos es permitir peleas y disfrutar del poder destructivo.

Ramos Kuri citó  además las caricaturas de los Simpsons, que de antemano acusó estar contra los buenos principios del hogar, donde se denigra al papá, los hijos se expresan sin respeto alguno y a la madre la presentan como una mujer desconsiderada. “Hay que tener mucho cuidado porque  todo eso sí llega a los hijos y sí lo captan los hijos y es como se van desarrollando”.

Mencionó estudios profesionales  que han analizado a los protagonistas de robos, secuestros o de actos delictivos,  revelan una  la planeación de su estrategia inspirada en series y películas violentas.

Por ello, insistió en ser muy cautelosos porque  “los juegos son ficción donde el niño no puede identificar y diferenciar la realidad de la fantasía”.