El inicio del 2019 fue de pesadilla para una familia que reside en el fraccionamiento Villa Sur. Festejaron fuera de casa sin saber que mientras, en su vivienda, la noche del 31 de diciembre la pasó un ladrón.

Fue hasta que amaneció cuando el sujeto que identificaron como Joel, salió con el botín consistente en una pantalla, joyas, dinero en efectivo, otros artículos eléctricos y de vestir.

Los propios vecinos alteraron a Ángel, el vigilante del coto, de la presencia del sujeto y armándose de valor lo atrapó y decomisó lo que llevaba de gane. De ello existe la constancia en fotografías y el testimonio de varios testigos.

El error del vigilante fue cuando solicitó la presencia de la policía municipal, a través del servicio telefónico 911. Llegaron las unidades 0976-B1 y 0813-A1 y se llevaron a quien ya había sido detenido y también cargaron en las unidades  con el botín.

El calvario comenzó entonces, según relata Martha, víctima de lo que fue el robo y el cual se consumó hasta que llegó la policía.

De inmediato se dirigió ante el Ministerio Público a interponer denuncia para también recuperar sus pertenencias, sólo que no fue posible porque no se puso a disposición.

Por ello, se trasladó al complejo de seguridad pública municipal C4, donde también fue informada que al ladrón nunca lo llevó la policía y mucho menos los objetos que sustrajo de su casa.

Sorprendida y sobre todo con impotencia, buscó la protección de la Comisión de Derechos Humanos, sin conseguir el cobijo.

Agotó todas las instancias. En Asuntos Internos de Seguridad Pública Municipal le pidieron un plazo de 15 a 45 días para concretar las investigaciones que tienen como principales sospechosos a mujeres y hombres de la corporación que intervinieron.

Incluso, relata que le advirtieron que el caso se llevaría entonces por la vía conciliación y que decidiera sobre si es su interés encarcelar a policías  o recuperar las pertenencias, pero de ser así, no podrían ser posibles ambas cosas.

Su intención es que se haga justicia, por lo que interpuso la denuncia en la Fiscalía General contra quien resulte responsable de la corporación policiaca, por los hechos que le afectan a ella y su familia.

Se trata de un caso más, que no es nuevo en Aguascalientes, donde el actuar de algunos policías estaría manchando el honor de la corporación.

La Policía Municipal está actualmente en la mira del creciente escándalo por la falta de honestidad de ciertos  de sus integrantes, donde incluso mandos están siendo involucrados en casos de extorsión y por acusaciones sobre delitos mayores en perjuicio de ciudadanos.