Aguascalientes

FUERON UN “COCHINERO” LAS CUENTAS EDUCATIVAS DE CARLOS LOZANO

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La Auditoría Superior de Fiscalización ha confirmado que fue en el Instituto de Educación del Estado de Aguascalientes, donde tiene detectadas la mayor cantidad de irregularidades cometidas durante la administración de Carlos Lozano de la Torre.

Independientemente a la misteriosa desaparición de más de 400 millones para la supuesta compra de computadoras a la Universidad del Carmen en Campeche, se confirmó el jineteo por más de 131 millones 500 mil pesos correspondientes a la nómina de los docentes y un desfalco por casi 23 millones de pesos en sobre giro por la entrega de apoyos económicos a directivos y profesores, entre septiembre del 2013 y julio del 2014.

Sobre este último caso, la Auditoría Superior de Fiscalización reveló que no ha cerrado el tema y espera que la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas del Gobierno del Estado emita un veredicto por posibles actos u omisiones de servidores públicos e incluso, proceda a requerir la reintegración de ese dinero.

En cuanto al escandaloso jineteo de más de 131 millones 500 mil pesos, detalló que entre el 11 de septiembre y el 12 de noviembre del año 2013, el Gobierno de Carlos Lozano de la Torre a través de la Secretaría de Finanzas, en la que estaba como encargado su sobrino, José Alejandro Díaz Lozano, transfirió de forma sospechosa e indebida el dinero de la cuenta bancaria exclusiva para la administración del programa de Escuelas de Tiempo Completo del Ciclo Escolar 2013-2014 a la cuenta del Instituto de Educación, que dirigía el funcionario consentido de la administración, Francisco Chávez Rangel.

Se justificó que el dinero se usó para el pago de pendientes en la Carrera Magisterial, la nómina y el pago del Impuesto Sobre la Renta, cuando el recurso estaba etiquetado.

Pero no fue lo único, al siguiente ciclo escolar, el órgano superior de Fiscalización ordenó amonestar a los funcionarios que no cumplieron con la carta compromiso para que Aguascalientes formara parte del programa de Escuelas de Calidad; tampoco solicitaron una prórroga a fin de no haber quedado fuera de ese programa que beneficiaría a la niñez y, finalmente, porque no presentaron el informe a la Federación sobre el avance físico y financiero que hizo el Gobierno del Estado en el periodo 2015-2016.

Además, se tiene como antecedente que en el año 2013 el gobierno de Lozano de la Torre debió haber amonestado a sus funcionarios que no transparentaron el dinero utilizado en el Programa de Escuelas de Calidad, sólo que, como la dependencia que debió haberlos castigado era un vínculo directo del entonces gobernador, no se tuvo conocimiento de que hubiera reprimenda e incluso el probable cobro de recursos que fueron producto de la corrupción.

La Auditoría Superior de Fiscalización dio cuenta de que en los primeros años del Gobierno de Carlos Lozano no revisó sus cuentas sino hasta su último trienio, del que emitió 11 observaciones y la sugerencia de sanciones a servidores públicos e incluso la reparación del daño.

 

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