¿FIN A LA LUNA DE MIEL?

El debacle  de la gestión de Carlos Lozano de la Torre, estaría también poniendo fin a la cuestionada relación de negocios con Radio Universal y con ello a las adulaciones provenientes del locutor de la radio José Luis Morales.

Es así que,  quien conduce el programa Infolínea ha dejado de lado los casi seis años de porras y expresiones de supuesta admiración al titular del Poder Ejecutivo, para dar cabida a la crítica y al cuestionamiento del gobierno, quien cada año pagó de los recursos públicos más de 22 millones de pesos en promedio al grupo de medios de comunicación que posee la familia Morales.

En el sector oficial acusan que José Luis Morales se encuentra en el campo de las campañas políticas, haciendo fuertes por conveniencia  a algunos de los candidatos priistas. 

Sin embargo, también se admite que el enojo proviene de los retrasos en los pagos y por el hecho de que ya no se le permitió “manga ancha” para lucrar  con la Feria de San Marcos y apropiarse de las variedades del palenque.

“Yo no soy el Gobernador”, es una de las respuestas que llega a dar José Luis Morales a quien requiere de un apoyo.  Pero es el tema de la inseguridad, su principal bandera de presión a la actual autoridad.

Quien paga en su inusual embestida es el Secretario de Seguridad Pública estatal, Eduardo Bahena Pineda con quien tiene un distanciamiento irreconciliable, atribuible también al sentido del manejo informativo y al posicionamiento de los mandos policiacos de hoy y los que se proponen para la próxima administración.

En tiempo de feria, José Luis  Morales se ha dedicado a presionar la cancelación del concierto de Gerardo Ortiz, por no coincidir con sus intereses particulares.  Además se ocupa en mencionar las deficiencias que tiene la Feria de San Marcos, señalando que las de otras épocas y las de otros estados han sido mejor organizadas  que en esta ocasión.

Morales estaría aplicando aquel dicho que reza: “el rey ha muerto, viva el rey”, ejerciendo para ello sus reglas que tienen que ver la traición a los acuerdos y la ganancia en el negocio que no reparte.