ESPÍA EL GOBIERNO

Toda declaración, reunión o evento tanto público como privado, que son protagonizados por personajes que piensan diferente al del sistema de gobierno, son seguidos y monitoreados por personal contratado exclusivamente tanto por la administración estatal como Federal.
Los llamados “orejas” o agentes son responsabilizados de dar seguimiento a cualquier tema que puede herir la susceptibilidad del gobierno de Carlos Lozano de la Torre como de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, su función pasó de la presencia clandestina a la descarada. Son plenamente identificados e incluso llegan a establecer alianza con algunos periodistas, entre los que hacen camuflaje, con tal de contar con las agendas de los actores políticos y de los audios comprometedores.
Para cumplir mejor su tarea, tanto las secretarías General de Gobierno como de Gobernación, han dotado a sus infiltrados de cámaras de foto y video, grabadoras, entre otro equipo sofisticado, a fin de que no se les escape ningún detalle.
“Se entiende su tarea como para la represalia”, señaló Jesús Ramírez, dirigente de la CROM en Aguascalientes.
“Tú, como actor político, si estás en una conferencia de prensa por ejemplo, llegas a tolerar la presencia de esta gente que finalmente busca hacerte daño”.
Agrega que el gobierno siempre quiere tener información para actuar con prontitud, pero siempre tratando de reprender al actor político-social en su actividad.
“El asunto más grave es que muchos reporteros se han convertido en agentes del Estado. Les venden información, les pasan los audios”, acusó.
El dirigente obrero estimó que, quienes actualmente gobiernan, con ese tipo de actitudes sólo demuestran que llegaron tarde al cargo y se dedican a reproducir esa cultura política que ya no tiene cabida en la sociedad actual. “Esta generación de políticos que hoy nos gobierna llegó tarde al cargo. Ellos están hechos a un modo de ser y ver las cosas, y viven en una sociedad que ya cambió y ellos no se han dado cuenta. Entonces siguen aplicando los mismos esquemas de visión y represión en el contexto social y político distinto a la que realmente vivimos”.