ENTRE ACUSACIONES Y RECLAMOS, CANDIDATAS SALPICARON CON SUS PROPUESTAS

El Instituto Estatal Electoral probó un nuevo formato de debate entre las candidatas a la gubernatura, en el que las propuestas prácticamente se opacaron ante las desobediencias de candidatas en contrastar sus planes para convencer a electores.

Se experimentó con video preguntas del público a candidatas, aunque tal vez no obtuvieron las respuestas esperadas porque el espacio fue utilizado hábilmente para que ellas colocaran los asuntos que traen en cartera.

Cabe señalar que el esquema del debate fue aprobado previamente por los representantes de los partidos, pero en la práctica llegó a causar la molestia, porque las moderadoras les interrumpían cuando no respondían al tema y se iban por los asuntos mediáticos que se han vuelto tendencia en las campañas negras del actual proceso electoral.

Teniendo como escenario el Teatro Aguascalientes, los puntos que abordaron en este primer debate fueron salud pública, seguridad pública y prevención del delito, así como movilidad, desarrollo urbano y medio ambiente.

Como estaba previsto, la cargada fue contra Tere Jiménez, candidata de la coalición “Va por Aguascalientes”, quien al menos recibió 25 señalamientos considerados como ataques, por parte de las demás participantes.

Ella no se quiso enganchar y se mostró ajena a sacar los “trapitos al sol” de cualquiera de sus oponentes . Se dedicó a hablar de proyectos y también de resultados en su gestión como alcaldesa.

Martha Márquez, de la alianza “Juntos Haremos Historia en Aguascalientes”, se mostró solidaria con la morenista Nora Ruvalcaba, cuando las periodistas que moderaban el debate la conminaron a responder el cuestionamiento en salud.  Más tarde, Nora devolvió ese cumplido al señalarle que tenía las puertas abiertas en MORENA.

Nora Ruvalcaba también fue constante al presumir el apoyo que ella sí tendría del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien refería únicamente como “ya sabes quién”.

Quien también inquietó fue la indisciplina de Martha Márquez, candidata del Partido Verde-Partido del Trabajo, al utilizar la expresión “se lo carga la chingada” al referirse a los violentadores de la mujer, pues fueron advertidas que también las palabras altisonantes no estaban permitidas en respeto a los públicos.

Como era de esperarse y como buenas políticas, evidenciaron civilidad a pesar de lo álgido de las palabras, y sus equipos respectivos las declararon ganadoras del debate.