Aguascalientes

EL SEGUNDO DEBATE: ENTRE LA PRETENDIDA HIPNOSIS Y EL CELO POR SUBIR EN LAS ENCUESTAS

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Las acusaciones y las descalificaciones volvieron al Segundo debate Presidencial, que fue inspirado con el tema “México en el Mundo”, y si bien se dijo que habría público participando, sólo a seis personas se les permitió hacer preguntas de forma directa.

Quienes dicen estar en el primero y segundo lugar de las preferencias, Andrés Manuel López y Ricardo Anaya, se trataron por igual, de farsante y de mentiroso.

José Antonio Meade y Andrés Manuel López, cuestionaron el que Ricardo Anaya lleve a cuestas el residir con su familia en Atlanta, Estados Unidos.

López Obrador se dijo sano y con más experiencia, y anticipó que no caería en provocaciones, pero en algunos momentos lo llegaron a desequilibrar los señalamientos. Incluso, sacó su cartera en pleno debate para decir que la cuidaría teniendo enfrente a Anaya a quien además le refirió como demagogo y canallita.

Consideró que los  gobernantes de México no han tenido calidad  moral ni jurídica como para exigir el respeto a Estados Unidos que demandan los mexicanos. Sin embargo, le dio la razón a la autoridad del vecino país cuando acusa de corrupción.

Ricardo Anaya expresó que legalizar la droga no resuelve el problema de inseguridad y de adicciones del país, y se pronunció por sostener una discusión con criterios técnicos.

A José Antonio Meade lo pusieron los conductores contra la pared y no logró precisar si para él fue una equivocación el que el Presidente Enrique Peña Nieto aceptara la visita de Donald Trump como aspirante a la Presidencia de la República.

También se le cuestionó por qué como Secretario de Hacienda no logró implementar los controles suficientes para evitar la entrada de armas a México.

El independiente, Jaime Rodríguez Calderón se dijo divertido con las discusiones de los candidatos que llevan los partidos a la Presidencia.  Anticipó que él expropiaría Banamex, lo que pareciera una medida de represalia por las políticas discriminatorias y de dominación de los Estados Unidos. Además, que a los agentes aduanales corruptos les mocharía la mano.

También señaló que haría una presidencia itinerante y que en Tijuana estaría hasta que se terminara el problema que enfrenta de inseguridad y corrupción en las aduanas.

Los candidatos coincidieron en defender la soberanía y replantear una relación de respeto con Estados Unidos. En buscar otras opciones en caso de que Estados Unidos no firme el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y en que se superen los rezagos de los trabajadores mexicanos para que consigan un mejor salario.

 

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