Aguascalientes

EL CLIMA NOS VUELVE INSOPORTABLES

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Una de las frases más usada en las redes sociales es la de “pareces jarrito de Tlaquepaque”,  y se relacionada particularmente al carácter frágil de alguna persona.

La expresión  tiene una profundidad real pocas veces explorada. Y es que el mal o buen humor de una persona hoy muestra mayor dependencia a las condiciones del medio ambiente.

Guillermo Ramos Kuri, profesor investigador de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana, campus Bonaterra,  sostiene que al ser naturaleza, también somos influidos por el clima.

Durante el frío el ánimo de muchas personas cae a niveles de la depresión, significándose por su conducta de melancolía y sentimentalismo. Es la época de mayor incidencia de suicidios.

En cambio, durante el calor hay mayor agitación y temperamento en la gente aunque también agotamiento físico.

“Clima templado igual a un mayor equilibrio en la persona. En climas extremos hay mayor desequilibrio en el desarrollo de la personalidad.  Cuando hace demasiado calor combinado con el tráfico  la gente se aloca y entonces se baja y hace tonterías en muchas ocasiones. Probablemente es cuando  más pleitos hay en la calle, cuando hay más discusiones entre las gentes porque está el factor irritabilidad”, agregó.

Ramos Kuri no duda que los conflictos entre familia sean más intensos durante la temporada de calor.

“Hay mayor intolerancia a las situaciones caóticas dentro del hogar por lo tanto, una mayor alteración y mayor posibilidad al conflicto. El calor pudiera hasta influir en las relaciones de pareja, matrimonio o noviazgo”, señaló.

Alertó que el cambio climático no sólo esté  alterando el medio ambiente sino también la conducta de los humanos. “Si el clima está relacionado con el estado de ánimo, entonces este cambio climático  también podría estar generando cambios en los estados de ánimos de las personas”.

 

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