Aguascalientes
DETECTAN MALOS MANEJOS EN CASA AGUASCALIENTES
Integrantes del nuevo gobierno han mencionado que a raíz de la revisión que se está haciendo del inventario recibido, se han detectado irregularidades desde el inicio de la administración de Carlos Lozano de la Torre.
Un ejemplo está en Casa Aguascalientes o también llamada Casa de Gobierno, donde el hoy ex gobernador y su familia buscaron disfrutar de todos los lujos, comodidades y medidas de seguridad mientras ahí residieron y que se aprovecharon debido a la discrecionalidad que hubo en las cuentas.
Desde el primer día en que comenzó su gestión gastaron 20 millones de pesos para hacer las remodelaciones a su gusto, comprar muebles selectos y tener el mejor jardín del fraccionamiento Campestre.
Había que “realizar reparaciones y remodelaciones que brinden seguridad al Titular del Poder Ejecutivo del Estado en contra de la delincuencia organizada”, justificó en su momento Javier Aguilera Ramírez, hijo del malogrado Jefe de Gabinete y hermano de la ex diputada Ángeles Aguilera.
La familia Lozano Rivera Río quería ser bien atendida al igual que sus invitados. Por eso conformaron una servidumbre de 8 empleados donde el peor pagado recibía más de 16 mil pesos y el mayordomo superaba los 60 mil mensuales, según la documentación oficial.
De esta forma, los sueldos por el servicio en Casa de Gobierno costaron a los aguascalentenses más de 3 millones de pesos al año.
Lo anterior sin considerar el aparatoso equipo de seguridad, que fue independientemente a los elementos de las policías Ministerial y Estatal que rodeaban la residencia.
De acuerdo a los documentos que ya son revisados por la nueva administración gubernamental, en el primer año de gestión de Lozano de la Torre se perdió la noción del gasto y debido a que cualquier compra era sin licitar, los inquilinos estrenaron también un sistema de paneles solares que costó un millón 200 mil pesos.
Como los invitados ya no cabían, se adquirió el terreno de al lado por el que se pagaron 6 millones de pesos, el cual se adaptó como estacionamiento.
Antes de residir en la majestuosa residencia y con los refinados gustos de la primera dama, se adquirieron cortinas, muebles, candiles, loza y tapetes que superó el millón de pesos.
Los jardines se adornaron con más árboles y plantas exóticas, como si pensaran que sería ese su hogar definitivo.
Según consta en el expediente, el proceso de adquisición que se llevó fue únicamente “por instrucción de la señora Blanquita”.
Con todo ello, su operación se volvió muy costosa, considerando además que se debía contar con una buena despensa y el deleitarse con la cava más surtida que quizá, pudo haber tenido cualquier casa en Aguascalientes e incluso en otras latitudes.