Aguascalientes
DESHILAN POR AMOR Y TRADICIÓN. DESAFÍAN A LA MODA, A LOS PIRATAS Y AL REGATEO
Aunque el deshilado es una técnica que México adoptó, en Aguascalientes la creatividad y pasión le dieron una identidad que trasciende las fronteras.
Se estima que hay más de 100 personas, principalmente mujeres, que se dedican a esta labor en Aguascalientes, sobre todo en comunidades de Calvillo y Rincón de Romos. Gran parte de esos trabajos se hacen para el consumo familiar.
“Las personas que lo practican sobre todo son personas de la tercera edad. Ya muy pocos jóvenes se involucran, por eso pretendemos que no se pierda y que garanticemos que Aguascalientes siga siendo reconocido a nivel nacional e internacional por su industria textil”, explicó la diputada por MORENA Natzielly Teresita Rodríguez Calzada, promotora de la Ley que declaró al deshilado como Patrimonio Cultural e Inmaterial en Aguascalientes.
El deshilado es una práctica que ha ido perdiendo interés sobre todo de las actuales generaciones. Luis Humberto González Muñoz es maestro, investigador y promotor del deshilado. Incluso está dedicado a fomentar esa técnica mediante talleres dirigidos a todo público.
“Las únicas que lo hacen son las personas mayores y de comunidades, entonces sí es importante rescatar esa tradición. Recordemos que el deshilado no es meramente mexicano sino que es traído por los europeos, los franceses en específico, pero aquí en Aguascalientes tomó un auge muy importante y de ahí surgieron muchas pequeñas empresas en donde empezaron a producirlo y a exportarlo”, explicó.
Un reto es encontrar la forma de superar la competencia desleal que genera China y todos los deshilados que se producen mediante máquinas.
Por cierto, refiere que en la calle Nieto varios establecimientos son los que venden el deshilado hecho industrialmente. No todos son producto de las manos artesanas.
“Si le damos esa importancia y ese sentido de pertenecía con esto es Aguascalientes, sí se puede lograr su rescate”, dijo.
La popularidad que tiene actualmente el bordado en prendas para hombres y mujeres, representa también una esperanza para captar más interés por el deshilado.
Los costos por productos que se hacen a mano oscilan en promedio entre los 300 pesos y hasta los más de dos mil pesos. Pueden ser carpetas, camisas y blusas, rebozos y hasta manteles.
Lo lamentable es que cada artículo que se lleva semanas y hasta meses en su confección, llega a ser sobrevalorado y muy susceptible al regateo del cliente, desestimando el trabajo que representa.
El deshilado también implica horarios y una excelente visión. Lo ideal para ello es de las 12 del día y hasta las 4 de la tarde, según explicó Luis Humberto González.
Dice la costurera: ya nomás le pones tres hebras a la aguja y no hay quien te pare. La práctica del deshilado se constituye en una red social, porque se forma un vínculo de confianza, desahogo de penas y de pertenencia, cuando más de una persona se junta para trabajar.