Aguascalientes

DESCONOCÍA PODER JUDICIAL LA FACULTAD DE NIÑOS PARA DENUNCIAR A SUS ABUSADORES

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En ejercicio pleno de la autonomía de sus derechos humanos, las niñas y niños ya pueden demandar sin necesidad de un representante legal, a quien o quienes cometan algún abuso contra ellos.

Tal resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sorprendió incluso al propio titular del Poder Judicial en Aguascalientes, Juan Manuel Ponce Sánchez, durante la conferencia “Evolución de los Derechos Humanos de la Niñez y la Adolescencia en 100 años de la Constitución”.

De oficio tiene que nombrar un representante, dijo el Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, postura que de inmediato corrigió Nadia Sierra Campos, Asesora en la Dirección General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos en el máximo órgano de justicia del país.

Los infantes “sí pueden ir a tocar libremente las puertas de un juzgado sin necesidad de un representante legal, porque les hemos reconocido derechos y de la misma manera en que se los reconocemos pueden ejercerlos”, precisó.

Y es que muchas veces, dijo, queda como representante legal quien forma parte del abuso.

En el foro organizado por el DIF Estatal, la Comisión de Derechos Humanos y el Congreso del Estado, la funcionaria del Poder Judicial Federal reconoció además que en el tema del bullying en las escuelas, las alternativas de solución han sido insuficientes al no encontrarse la vía en la que se diriman los conflictos y se opte por la cultura de la paz y la no violencia.

¿A quién tenemos que reprimir, al violento o a la víctima? Se preguntó al tiempo que respondió que casi siempre se termina separando a la víctima.

También la Suprema Corte ha resuelto que los llamados niños problema no sean expulsados de las escuelas.

“No puedo excluir a ningún niño de la educación basado en las características de aprendizaje o en las situaciones particulares que tiene. Todas las instituciones educativas del país tendrán que trabajar sobre programas, sobre necesidades educativas especiales. La educación inclusiva es un derecho”, agregó.

Así, dijo, las escuelas deberán adaptarse a las necesidades que tienen cada niña y niño, en particular los que presentan déficit de atención e hiperactividad.

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