DEL INFORME QUE COSTÓ MÁS DE 6 MILLONES DE PESOS AL GASTO NO REPRESENTATIVO

Al menos la pandemia trae un lado positivo: contuvo el derroche de los gobernantes para presentar sus informes a la sociedad.

En su primer Informe de Gobierno, el priista Carlos Lozano de la Torre gastó más de 2.5  millones de pesos en el pago de impresión de textos y propaganda, invitaciones, gafetes, espectaculares, el brindis y la comida para los invitados foráneos.

En el tercer Informe ese gasto se elevó a 3 millones 313 mil 299 pesos porque también se consideró hasta el blindaje de vehículos para quienes pertenecían a la encumbrada clase política de México.   Al cuarto informe el gasto superó los 6 millones 200 mil pesos. Los lujos crecieron y los gustos de la concurrencia a ese informe se refinaron. Y así sucesivamente.

En la presentación de su Cuarto Informe, restringido en público por el COVID-19, Martín Orozco Sandoval señaló que los costos que él ejerce se apagan a la austeridad.

“La verdad es que no es representativo, ustedes me conocen ni números tengo. Ustedes me conocen que este es un sexenio muy austero. Esa palabra de austeridad del Gobierno Federal pues aquí para nosotros ya es muy común para nosotros en Gobierno del Estado. No es nada representativo lo que se gastaba y ahora estamos haciendo pequeños informes en sectores de 30, 50, 100 personas máximo, cuidando siempre el tema de la salud”.

Orozco entregó por escrito al Congreso del Estado las cifras a cuatro años de Ejercicio Constitucional y puso a disposición de los diputados a sus funcionarios para que les aclaren o amplíen la información de los hechos.