CREAN, COCINAN PERO NO LLEGAN A SER MILLONARIOS

Quienes crearon la michelada, los tacos al pastor, las gringas, lecheras, los huaraches, las enchiladas y flautas serían hoy mexicanos multimillonarios de haber registrado como invención propia esos productos con sus marcas.

Aunque hay mucha actividad inventiva, en México se registra poco porque equivocadamente se cree que son trámites difíciles, complicados y costosos, dijo José Manuel Magaña Rufino, responsable del área de propiedad industrial e intelectual de la Universidad Panamericana, campus Bonaterra.

En el estado sólo se tiene el registro de “la guayaba de Calvillo” como tal.  En ningún documento existe la exclusividad para las carnitas de San Pacho ni los bordados y deshilados de Aguascalientes, entre otros.

Para proteger la marca y exclusividad de un producto o servicio, primeramente éste debe ser novedoso, pero muchas personas optan por antes probar su funcionamiento, se adelantan a darlo a conocer, comercializar y ya cuando tiene éxito lo busca patentar, lo cual es demasiado tarde al ser ya del dominio público, con el derecho de usarlo cualquier persona, negocio o empresa.

“Hay empresas incluso con muchos años que están en el comercio, en la industria y sin el registro de su imagen o la tiene registrada otra persona y ellos ni enterados están”, advirtió Magaña Rufino.

Y recordó el caso de la michelada, que fue creada por un bartender y su nombre surgió con el juego de palabras “mi chela helada”, por la cerveza fría.  “Eso se pudo haber registrado y él hubiera tenido la exclusividad. Al no haber registro, cuando se vuelve genérico y todo mundo le dice michelada, y ya no se puede registrar por nadie, explicó.