CAMPAÑAS SIN IDENTIFICACIÓN

En un dinero tirado a la basura están condenados los 12.5 millones de anuncios de los partidos políticos y sus candidatos que se estarán difundiendo en radio y televisión desde el 5 de abril y hasta antes del 7 de junio próximo.
“Son una burla porque lo que dicen no tiene un público definido ante la falta de credibilidad”, consideró Salvador Rodríguez Rubio, quien dirige una asociación de couches con alcance nacional.
“No sé cuál es la idea de las actuales campañas políticas. Me parece exagerado. Me parece un bombardeo terrible por medios electrónicos que no conectan con nada agradable”, agregó.
Mencionó que se trata de un valioso espacio en medios de comunicación que se desperdicia al no constituir bienestar alguno para la audiencia.
“Lo que están haciendo los partidos es gritar mentiras para lograr convertirlas en verdades. Dicen: yo soy el primero que trajo la seguridad, yo soy el que te genera trabajo o yo soy el que más genera bienestar suponiendo que, con decirlo muchas veces la gente podría terminar creyéndoles”.
Sin embargo, precisó que esa propaganda de los partidos y sus candidatos es contraproducente al no ser capitalizable en votos; “porque a la mayoría de la gente le está generando aversión. Lo que están provocando es que esté generando más ausentismo en las casillas”.
Salvador Rodríguez consideró que lo más rentable para los partidos y los gobiernos en turno es realizar un trabajo con y para las comunidades. “Lo más deseable es que hagan trabajos de servicio comunitario. Que no sólo les den despensas sino que las ayudaran a desarrollarse. Sólo que entonces ya los beneficiarios no serían ignorantes y por tanto no se vuelven clientes cautivos de partidos”.
Rodríguez Rubio señala con la experiencia de haber trabajado en una municipalidad de Venezuela y en campañas políticas en Guanajuato, San Luis Potosí y Torreón, que México ha contaminado a otros países latinoamericanos sobre la forma de manipular a la gente. De procurar el poder con la creación de células que puedan dominar la conciencia de las personas, quienes a su vez pueden recibir una prebenda económica o política.
Otra característica que genera la apatía es el marketing político para enaltecer la imagen de la persona que busca algún puesto de elección. Con ello, dijo que “cada vez vamos a ver más rostros bonitos pero huecos en cuestión de ideas, en cuestión de acciones a favor de las comunidades. No están jugando un rol que beneficie a los ciudadanos y a México. Están jugando un rol que únicamente beneficia a los propios partidos”.
Indicó que el reto es apostar por generar mayor conciencia en los ciudadanos. “La única salida es que la sociedad se manifieste, se inconforme con mayor fuerza. No simplemente desde las redes sociales. Es bueno salir a la calles y expresar la molestia por el sistema que trabaje mal”.