Aguascalientes
ARTE CON DAÑOS IRREVERSIBLES
El exceso de humedad ha ocasionado daños prácticamente irreparables en la infraestructura del Templo de San José.
Las huellas del salitre y los escurrimientos siguen afectado también los valiosos óleos de Miguel Cabrera y José de Alcíbar, entre otros autores.
Aún y cuando la Presidencia Municipal de Aguascalientes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia indicaron haber intervenido para el mantenimiento y resguardo del patrimonio arquitectónico, las marcas de la naturaleza han quedado impresas de por vida.
Consultando al especialista en restauración, Giovani Guerrero, afirmó que “son problemas que ya no vamos a poder quitar, que ya tiene el edificio desde su construcción”.
En San José como en otras edificaciones con valor histórico, la salinidad está permeando las bases. “En muchos lugares cuando se construían edificaciones no había impermeabilización de las cadenas o cimientos”, mencionó.
La mayor parte de los muros están hechos de adobe, un material que absorbe en exceso el agua.
El también Coordinador de Eventos Culturales de la Secretaría de Servicios Públicos de la Presidencia Municipal de Aguascalientes, explicó que lo que se ha venido haciendo es eliminar al máximo la salinidad, con aplanados de concreto, yeso u otro material que detiene la humedad.
Sin embargo, sostuvo que las autoridades en todos sus órdenes deben atender el reto.
Aclaró que en el caso de los recintos religiosos, sí corresponde a los gobiernos intervenir en la restauración. “La Diócesis no es la dueña del templo. Los templos del siglo XIX y anteriores son patrimonio de la nación. Los sacerdotes solo son administradores de ese lugar de culto”.
El resultado de invertir en la protección del patrimonio arquitectónico, explicó, es la preservación de nuestra identidad y al mismo tiempo generar turismo.
Giovani Guerrero recordó las recientes adecuaciones de nivelación con concreto que se hicieron a la Catedral de Aguascalientes ante su constante hundimiento.
Si bien, el problema no terminó, sí se tiene la certeza de que al menos en los próximos 100 años no colapse ese recinto religioso.