Aguascalientes

AIRE, AGUA Y ALIMENTACIÓN TAMBIÉN TENDRÍAN PARTICIPACIÓN EN EL SUICIDIO

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Para analizar y prevenir el suicidio, también deben ser considerados los factores sociales y ambientales, pues está demostrado que en la salud en general de las personas no sólo dependen de la genética y del enfoque biomédico.

Saúl Ramírez de los Santos, egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y quien actualmente forma parte del equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara, ejemplifica que la contaminación por metales pesados en el agua es  uno de los múltiples factores que puede afectar. Se ha visto que algunos tóxicos tienen implicación en el sistema nervioso y por ello, deberían agregarse a la red multicausal de condiciones que pueden llevar a que se presente una depresión o un mal estado de ánimo.

Algunos perciben en Aguascalientes una sociedad con tristeza. Incluso, no se descarta que el culto que se tiene a la muerte esté influida por la cultura ancestral, pero también por afectaciones que se dan desde el medio ambiente.

Hay factores genéticos entre personas que predisponen, por ejemplo a la neurosis o psicosis. “Estos factores de personalidad nos pueden hablar de una predisposición. Si se combinan con otros ambientales, contaminación, estrés laboral, problemas en la familia, económicos, pueden, en el peor de los casos, desencadenar en estos fenómenos suicidas”.

Es por ello, que considera que problemas de salud como el suicidio se deben prevenir y atender desde varios enfoques y en su raíz, entre ellos el ambiental, el biomédico y el cultural.  Debe ser un equipo multidisciplinario que integre a médicos, químicos,  psicólogos y nutriólogos para campañas eficaces y no atacar de manera parcial y limitada un solo factor, precisa.

“En Aguascalientes estamos más expuestos a problemas crónico-degenerativos y de inmunidad.  También hay una alta incidencia de depresión, de suicidio y todas estas enfermedades tienen un componente pisco ambiental importantísimo.   Los genobióticos, los factores culturales, incluso el estatus socioeconómico tienen mucho impacto en estas enfermedades que tienen clínicamente un desarrollo evidente”, insistió.

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