Aguascalientes
¡AGUAS CON INSTAGRAM!
El mal uso de las redes sociales puede tener repercusiones significativas en la autoimagen y la salud mental de los jóvenes; se puede afectar la percepción que tienen de sí mismos, y en mayores niveles de ansiedad y depresión.
Edith Gabriela Tovar Preciado, profesora investigadora del Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, dijo que ello es especialmente evidente en plataformas visuales como Instagram, donde los jóvenes a menudo se comparan con imágenes idealizadas que no reflejan la realidad.
Al observar fotografías cuidadosamente editadas y vidas aparentemente perfectas, los jóvenes pueden desarrollar sentimientos de inferioridad y frustración. Este fenómeno se ve agravado por la dependencia emocional que generan los ‘likes’ y comentarios en las publicaciones, lo que hace que su autoestima dependa de la validación en línea.
Frente a esta problemática, Edith Tovar recomienda regular el tiempo en redes sociales, establecer un límite de uso diario a una o dos horas, la práctica de «desintoxicaciones» periódicas, como un día a la semana sin acceso a estas plataformas.
También seguir cuentas que promuevan una imagen corporal positiva y auténtica. Optar por ‘influencers’ que muestren la realidad sin filtros ayuda a fomentar una autoimagen más saludable.
Sugiere que los jóvenes participen en actividades sociales fuera de la pantalla para desarrollar habilidades interpersonales. «Muchos jóvenes se sienten cómodos en las aplicaciones, pero les cuesta interactuar en persona», advierte.
“Las redes sociales están actuando como una droga, y han sido diseñadas un poco en ese sentido, para que la gente las consuma (…) se ha visto que al igual que otras sustancias, generan dopamina en el cerebro, y el cerebro quiere lo que lo hace sentir bien, y las redes son una vía fácil y rápida” comentó.
Concluye que, si bien las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para conectar y aprender, es fundamental utilizarlas de manera consciente.